Hay que ser pelota y tonto para darle un premio “caseta de oro” a un extranjero dueño de una farmacéutica, eso sí.
Eso es lo que me mata de la feria, el elitismo y pamplineo de esmayaos buscando foto y bocadillo.
Tiene otras muchas cosas buenas.
Los reconocimientos entre conocidos y amigos en las casetas son muy típicos, si tenemos en cuenta que la caseta de Chicuelo 12 es de las más elitista de la feria, normal que los amigos premiados sean de ese tipo. La feria es de todos, tanto del que se bebe un lote en frente de la pecera como del que tiene 50 pisos a su nombre y se bebe una manzanilla con la Duquesa de su p*ta madre.
A mi abuelo en su día le hicieron uno en la Peña Sevillista Al Relente, sería una pamplina como un castillo, pero le encantó y todos los años buscaba por la caseta su foto de aquel día.