El timo del COVID ha acabado, pero en el Tour de Francia han expulsado ya a decenas de corredores (hoy a Enric Mas), que se juegan el pan de sus familias y el de sus pateocinadores, sin estar enfermos. Este tenía el tour hecho al menos.
Eran 15 días.
No, era un mes más.
No, cuando llegue el calor morirá el virus.
No, cuando nos vacunemos.
No, cuando nos vacunemos 3 veces al año.
Una polla para la OMS, y para los psicópatas de los que nos gobiernan sean del partido que sea. Y para los que apoyan este tipo de medidas nazis, otra polla.
Porque jamás fue una cuestión de índole sanitaria, siempre ha sido una cuestión relacionada a un solo objetivo: control.
Si tu quieres implementar unas medidas, para que la población vaya aprendiendo procesos y conceptos, debes tener una excusa para ello, y que mejor que un ente intangible e invisible como un viruh maligno.
Excusa para sacar de nuevo la impresora y darle al botón sin un mañana, excusa para introducir en el imaginario colectivo las palabras confinamiento o código qr personal, excusa para generar inflación junto a la planguerra...porque hay que ser solidarios e imponer sanciones que dupliquen el precio de las materias primas y creen escasez de otras.
Excusa para poder inocular una sustancia tóxica que nada tiene ver como inmunizador de un supuesto viruh, evidentemente, ese no ha sido el objetivo, así que podemos pensar mal cuando llevamos décadas con una agenda de despoblación en marcha.
Y seguirán las excusas, con forma de cuento climático, para que consumas menos, para que te muevas menos, para que cambies hábitos, para que no tengas hijos por el bien del planeta, para que comas insectos por el bien de la humanidad...hay que generar crisis constantes, sensación de miedo, de cercanía del abismo, ya lo dice Klaus Schwabb en The Great Reset, de cada crisis sólo y exclusivamente se sale con mayor intervención estatal.
La figura del estado Omnisciente y Omnipresente que acabará sustituyendo a la familia porque para ello llevan décadas trabajando, para que caigas en sus garras y en su red de una manera u otra, y ese Leviatan estatal generador de todos los males se presente como única solución viable y posible, y sea el ciudadano, cada vez más individual que individuo, el que se lance a sus brazos.
El covid se habría acabado en el preciso instante en que la sociedad civil no hace caso a normas tiránicas e impone el sentido común por delante y por encima de unas marionetas políticas vendidas a las élites y a su dinero, pero los ciudadanos que conforman la sociedad civil española, con muy honrosas excepciones, han demostrado ser una panda nauseabunda de cobardes y sumisos. Han preferido no pensar e interiorizar el protocolo estatal dado, antes que generar uno propio en base a la lógica y a la información no contaminada por intereses.
No existe virus "tan contagioso" que "ataque" e incida exclusivamente a una serie de países, y queden una gran mayoría fuera, es imposible, y más aún si casualmennte esos países "afectados" son los adheridos a la agenda 2030.
Con la plandemia, las élites han podido medir los niveles de sumisión, adoctrinamiento y obediencia de las distintas poblaciones que conforman los países, España ha demostrado estar derroida y acabada.
Así que se vienen cositas, alguno flipará con la que se viene encima, y otros tantos aplaudirán por el balcón como si estuvieran neuromodulados a la hora que les indiquen por el santo grial televisivo.