Soy un enamorado de las biografías, en concreto de Belmonte y Lorca. Me encanta indagar en sus peripecias para levantar la cabeza, ver cómo se manipula todo cuando entra la política, defecar en el mundo y volver a agachar la cabeza para imbuirme en el texto.
Luis Buñuel y Dalí empezaron a decirle que "no bonita, no, ahora lo que se lleva es esto y no eso que escribes" en referencia a Cancionero gitano. Se estaba dando el paso hacia el mundo moderno y aquello lo veían los sectarios del arte como muy clásico. Claro, pelusilla que se tenían y buena pluma que tenía el granadino, pues... También tuvo distanciamiento con Pablo Neruda.
Vamos, y que vino escandalizado de la mierda del mundo yanki, descorazonado por el materialismo, la increíble automatización que allí vio, la deshumanización del capitalismo más acérrimo de aquel entonces y el trato a otras razas que por esos lares se dispensaba (aquí hasta una hermandad sacramental que hubo para darles derechos y todavía existe). Sólo fue feliz cuando después de aquel viaje, tras las ponencias por las que asistió a la Universidad de Columbia pasó a Cuba, donde ya los usos sociales le eran más familiares (había sido España hasta hacía 32 años antes), respiraba un ambiente humano y fue cuando por fin hizo buena bolsa de dinero.
Me cuesta muchísimo leer lírica. Muchísimo y es muy raro que haga eso, pero claro, es Federico.