Los que dirigen son amateurs. Catetos con corbata en el mejor de los casos, mangantes en el peor. Institucionalmente hablando, el club es de regional. Y esa falta de profesionalidad lleva años filtrándose a todos los estamentos: estadio anticuado, departamento de marketing ridículo, cantera inoperante, secretaría técnica desbordada y llena de rémoras y, por fin, plantilla sobredimensionada, sobrepagada y envejecida, imposible de regenerar en un solo mercado.
Es imposible que no peguemos un petardazo, si no es este año será el que viene. No digo necesariamente que nos comamos un descenso, pero que nuestro techo ahora mismo es penar por los puestos bajos de la tabla está clarísimo.
Es imposible que no peguemos un petardazo, si no es este año será el que viene. No digo necesariamente que nos comamos un descenso, pero que nuestro techo ahora mismo es penar por los puestos bajos de la tabla está clarísimo.