Pues en mi caso, cuando me dirijo a la mesa donde estaban colocadas las papeletas, había un apoderado de Vox de pelo engominado y tanelilla con los brazos cruzados cual portero de discoteca colocado al lado de la mesa a 2 metros mirando atentamente qué papeleta iba cogiendo todos los que...
No, si al final la libertad va a ser que entren en tu casa de una patada en la puerta, se lleven a tu padre y a tu madre y los fusilen. Si las opiniones, como los delirios, son libres en una democracia, esa es la pena.