¿Y ahora qué?

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karliyuss

Florero
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rivefri

Florero
Florero
A los que ya peinamos canas, todo esto que estamos viviendo en los últimos 15 años nos parece algo más que un sueño. Yo envidiaba a esos equipos que jugaban una final y la volcaban a su favor (Zaragoza), o competían palmo a palmo una final (Alaves) incluso llegaban a jugar una finalmente de Copa (Recreativo) y nosotros no salíamos de la mediocridad como bandera durante años y años ; para aquellos más jóvenes les hago saber que este humilde  Sevillista vio por tv la final de Copa del año 1962 que perdimos 2-1 contra el Madrid, después de fallar un penalty.

Y mira por donde, desgraciado de mí la temporada 2005/2006 no renové mi abono del cabreo que cogí por peder nuestra clasificacion Champions en el último partido de liga en favor de nuestra señora vecinas, por deméritos propios y que luego el karma o lo que sea nos tenia reservada la Gloria Europea en Eindovhen.

Por todo ello no pierdo la esperanza de que en los próximos años que se me permitan seguir viviendo, esté equipo nuestro nos va a dar la mayor satisfacción deportiva, si , y no la menciono textualmente para evitar posibles requiebros de doña fortuna. Hasta aquí llego. Saludos Sevillistas.

 

ozzy

Purificador nuclear
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Sí, qué, que ahora qué. Dejémonos de miedo al gafe por una vez que después de tres lustros, creo yo, y pese a algún descalabro puntual que pueda darse, el sino de la entidad parece haber cambiado. Para cuánto tiempo no sé, pero desde luego esto no es lo que los que pasan de unos 32 años han conocido.

Y eso digo yo. Qué. Ahora qué. Porque nunca pensé que los títulos de una competición los debiésemos contar con dos manos para contemplar la  cifra. Y no me acostumbro, porque la edad en la que el Sevilla ocupa todo tu día ya se me pasó y para mí esto sigue siendo nuevo. Son números que no los veo de mi equipo. He visto morder el polvo en partidos oficiales y finales a Benfica, Liverpool, Inter, Oporto, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Borussia Dortmund, Mánchester United, Roma, Juve...y el caso es que la vida sigue igual, y debe haber algo que quizás yo no sepa ver porque tengo lo que un día soñé, pero lo cierto es que nada cambia.

Quizás me decantaría por disolver la entidad, porque con lo tranquilo que estaba ha sido marcar el tercero y cambiar todo. Malo me han puesto los cabrones con calzonas que había hoy en Colonia, malo; pero lo cierto y verdad es que la única alegría de este año me la han vuelto a dar esos cabrones en calzonas, como cuando me ocupaba todo el día.

Pensad que en esta foto hay que hacer hueco ya:

Ver el archivo adjunto 504

Por cierto, me equivoqué. Sentencié que me dolía mucho Trondheim porque no volveríamos a estar en esas. Obvié que esto había cambiado.
Yo creo que aprovechando las obras, deberiamos abrir un gigantesco lupanar para las celebraciones de los 100 primeros socios y cierren ya la zona arza, que alli lo unico que se promueve son actos insalubres como el colesterol y el alcoholismo.

 
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sergietor

Florero
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No va a pasar, pero ser el tercer equipo español en levantar una UCL, sería la polla, y la bilis de atléticos, chotos y demás ni te cuento...

Lo de las criaturas quedaría a otro nivel.

 

Silver

Florero
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El guión en la UEL del Sevilla yo insisto, con lo visto en esta última, que, de existir algo ahí arriba, está escrito por un auténtico psicópata sevillista.
 
1ª UEL: Tu eterno rival gana una Copa de S.M. el Rey y te deja sin participación en la UCL por culpa de un tercero, el Málaga. En el año anterior a tu centenario. Ahí es nada. Años aletargados, acumulando más éxitos que derrotas en los duelos locales y regionales, una buena temporada y llegan estos dos y se marcan una de esas pocas temporadas en las que pegan la campanada. Pues nada, resignados a la UEL. Lo que vino después es pura paja. Pasando por el gol de uno de tus canteranos más insignes (y que acabaría convertido en Leyenda tras fallecer con la camiseta puesta) a levantar el título de campeón mientras los otros dos se despeñan (uno de ellos yéndose a Segunda) y en paralelo te traes la Supercopa de Europa. Ahí es nada. Todo esto sin contar con que esa misma temporada termina tu vínculo con el entrenador que forja la base de todo, sevillista a morir, y que es reemplazado por un ex-bético como Juande Ramos. Año del Centenario. El p*to año de tu Centenario.
2ª UEL: Reinas por un día, empieza a acuñarse el término paragüero para desmerecer a la primera y última (aparentemente), ni nosotros mismos creemos repetir nada de lo cosechado. Un carajo. Comienza el idilio. En esa segunda UEL marca tu portero de cabeza un gol decisivo para jugar una prórroga en la que acabo marcando Chevantón. Teníamos quizás la dupla de delanteros más bestia que hayamos imaginado nunca y acaba marcando Chevantón y tu portero. Por el camino te cepillas a uno de tus rivales más significativos de la última década (Osasuna) y con el que cosechas la vuelta a Europa. Como si de una señal se tratase en la que adviertes lo que dejas atrás para mirar a los ojos a otros más poderosos. En la final te cargas a un club español que también repetía final en su historia (el año anterior tocó plata además) y que de igual forma era un presagio de lo que sucedería de inmediato en la clasificación histórica. En paralelo te traes una Copa de S.M. el Rey en la que acabas eliminando por el camino a tu eterno rival y la Supercopa de España. Y no ganas la Liga de milagro. De dos en dos, seguidas. Al alcance de pocas reinas por un día.
Muere Antonio Puerta, canterano. El mismo que te había alzado a jugar la primera final europea nos deja. El entrenador que te ha hecho soñar con todo se pira cual rata. Primeras finales perdidas. ¿Todo parece haber acabado? Pues no, tras un par de años dubitativos te plantas con uno de los entrenadores más cuestionados (y ex-jugador con más partidos con la casaca del Club) en una nueva final de Copa de S.M. el Rey. Resultado erótico. Ganas con otro entrenador de cantera a nada más y nada menos que el Atlético de Madrid con dos goles de dos canteranos.
Y ahora sí, en el año del Centenario del Betis. ¿Cómo era eso de la copa del qué?
3ª UEL: todo parecía haber concluido en esa última copa. Un último brindis por todo. Quizás la que se le debía al bueno de Antonio. En Liga pues basura. Varios entrenadores sin pena ni gloria y acabamos en una patética posición, novenos. Novenos y con tu máximo rival por encima (dos posiciones) Nada. A mamarla todo. Pues a Monchi le da por traerse a un loco, un auténtico majara que viene "defenestrado" del Valencia, junto con Ever Banega que ni calificativos tiene para el cartel que arrastraba. Desde Valencia, risas.
La UEFA sanciona, lo nunca visto, a dos clubes españoles. Uno de ellos uno de los protagonistas de la primera historia, el Málaga que es sexto. Cae su plaza Europea al Betis (que ya iba por arrastre de campeón de Copa) y por consiguiente vuelve a caer su plaza al Rayo Vallecano (octavo) Al club madrileño también lo sancionan y ahí estamos nosotros.
Ya habíamos cosechado tanta animadversión como éxito. Al final tocar plata, competir hasta el final y pelear en todas las plazas también te retorna enemigos de toda índole. Pues con esta tercera UEL emprendemos, cual samuráis, el camino del odio.
Uno de los mantras más laureados con el éxito de las dos anteriores (ya en el recuerdo pero vivas en ese idilio) era que la competición es menor. Menor, paragüero, menor, paragüero, menor, paragüero... y así hasta la saciedad. Ya, con la boca pequeña eso sí, también se oía un... "porque no os habéis enfrentado a clubes que os compliquen las cosas" (en clara alusión a si mismos) Pues nada, echamos a andar con la piara de locos que tenemos en el banquillo una nueva, injusta e ilegal participación europea. La más cafre y de auténticos bastardos que hemos jugado nunca. Lo dicho, parece escrito por un psicópata.
Te topas con los aladiles del mantra del paragüero. Si bien el conocer que nos tienen enfrente no les hace mucha gracia en sus entrañas, se muestran con cierta confianza de que ya, por fin, están ellos para jodernos el tocar plata. ¿Cómo va a haber tercera si están ellos ahí? Y casi, pero no. Comienzan ganando 0-2 en nuestro feudo (un hito para ellos) y con la victoria las bromitas se diluyen dando paso a reforzar su posición de único club que nos puede parar. Comienzan también los sueños de repetir nuestros éxitos, de levantar un paragüero. Ya deja de ser competición menor y pasa a ser LA COMPETICIÓN.
Allá que vamos a jugar la vuelta. Los locos se conjuran al unísono. En esa conjura su granito de arena tiene un ex-florero que envenena las redes. El miedo se huele. Y llega la eliminatoria y se empata. Gol mediante del canterano con más fútbol en sus botas de nuestra Historia. Se empata y se va a penaltis. Recordemos, escrita por un auténtico psicópata. Y si, a penaltis y a empezar perdiendo en la tanda. ¿Resultado? Nono echando fuera el penalty que los podía dejar fuera si fallaban. A mamarla. Maquinarias funcionando a tope para reconducir la situación mientras digieren bilis a mansalva. "¿Cómo es posible?", "estos cabrones se llevan la tercera" eran ya trending topic en la ciudad.
Era posible si, pero en el camino el Valencia. En semifinales. Recordemos el presagio de eliminatorias anteriores, el psicópata escribiendo, Unai y Ever. Eliminatoria en casa fácil, aseadita y encarada para llegar a la final con un partido calmado. Los cojones del psicópata. Sus putos cojones. Nos remontan la eliminatoria y nos dejan fuera con los dos pies casi. Las risas del verano con el entrenador y el argentino tronan con fuerza al ritmo de "¡Sí, sí, sí! ¡Nos vamos a Turín!" Pero no, tampoco. Coke saca de banda en el ultimísimo minuto y M'Bia acaba peinando al fondo de la red con un auténtico chorlazo. Pum. Gol al Valencia. Otra vez el campeón en la final. The Champ is Here. ¿Rival? Benfica. Club más laureado de Portugal, con empaque europeo y con un largo historial de finales perdidas a sus espaldas. Solo nosotros podíamos caer ahí, o al menos el nosotros de antaño. ¿La tercera? ¿No habría ningún club en el mundo con más que nosotros pero sí las mismas? Imposible era ya un término de nuestro vocablo sevillista. No por contra en la acera bética o en los despechados valencianistas que sí veían claramente que esa plata entraba a Sevilla por río con destino nuestras vitrinas. Y así fue. Tercera en casa, pero a penaltis que da más asco y el psicópata no descansa.
El Betis a Segunda división ese año como colistas.
4ª UEL: La más tranquila. El paseito que te deja en la cima. En el auténtico olimpo de campeones y anestesiados de éxitos constantes el Sevilla se había convertido (se ha convertido) en un auténtico tiburón de los trofeos coperos. Pero bueno, ¿hasta aquí hemos llegado no? Además este año jugamos UCL como campeones de la tercera. Además ya gananamos dos, seguidas inclusive. El año pasado una tercera. ¿Vamos a ser tan putos de ganar otra? Nada. Imposible.
La resignación sevillana, andaluza, española y ya también europea era total. Nuestro shock y estado de embriaguez por exceso de copas nos hacían presagiar que ya no más. ¿Además qué? ¿Ser los únicos con cuatro? Pues a la final de la forma más tranquila que hayamos visto hasta la fecha. El psicópata estaba tranquilo. Paseos por hermosas ciudades y a la final. Final que empezamos perdiendo pero que fácilmente (con actuación prodigiosa de Reyes) acabamos ganado. 3-2. Derrota, empate, victoria, empate, victoria en la sucesión de emociones.
La final más sobrada. Además como premio la participación inmediata en UCL como campeón.
5ª UEL: emocionante pero también tranquila. Vas como campeón a Champions. Nadie en la Historia había alzado tres títulos europeos seguidos. Nadie tenía cuatro, pero ni mucho menos cinco. Eramos el rey, lo sabíamos mejor que todos. Ya en el vocablo sevillista el imposible desaparece por un "y si..." o un "verás tu...". En el imaginario bético los balbuceos ya apenas hacen ruido pero entre resignación y algún que otro llanto todavía intentaban desprestigiar la competición que los estaba enterrando en vida.
El haber ganado la cuarta nos metía, por nueva normativa, en UCL directamente. Ganar la UEL era una quimera pues teníamos que caer eliminados y como terceros de grupo. Imposible. Sin embargo ya nos veíamos eliminados (hasta casi el deseo) como terceros.
Último partido de eliminatorias en fase de grupo de la UCL. ¿Rival? La Juventus de Turín (ni más ni menos) de la que ese año habíamos firmado a Fernando Llorente. Jugador que estaba pasando (y pasaría) sin pena ni gloria por Sevilla. Pues nada. Gol de Llorente a su ex-equipo y de cabeza a la UEL como terceros de grupo. La Juventus solo perdió ese partido y el Sevilla solo ganó dos, uno ese.
Pues nada, otra vez a la final. En el camino a la gloria te cargas también al Athletic de Bilbao que años antes te había burreado en Copa a consecuencia de uno de esos alardes de bravuconería barata de Del Nido. Eliminatoria en la que Beñat falla un penalty. Recordemos ese "beñat noches" que nuestro psicópata había recopilado, procesado e hilado finamente en su entramado de locura sevillista.
Te plantas en la final ante el Liverpool de Klöpp. Germen de lo que es hoy día y pedigrí bestial para el máximo líder de la competición. Bah, ganar significaba distanciar a todos tus rivales (recordemos, todos tres, nososotros cuatro) entre los que se incluye el Liverpool. Prueba de fuego. Además, ¿tres seguidas? ¿TRES? Bueno, imposible no, pero... ¿y si...? Acabas ganando la final con dos goles de tu lateral. Así, sin más. Auténtico rey del torneo y el siguiente club por debajo está a dos de distancia. Brecha enorme. Tres seguidas, hito histórico. Y de la mano conviertes a tu canterano más TOP, Reyes, en rey de la competición.
Y bueno, fin del cuento. Ya está. Demasiado gordo esto.
 
 
 
 
 
6ª UEL: se nos fue Unai, se nos fue Ever, se nos fue Rakitic. Se nos fue hasta Monchi. Nos resentimos enormemente pero el Club ya ha instaurado su máxima en los torneos; plata o plomo. Y con esa máxima unos cuartos de final de UCL eliminando al todo poderoso Manchester United y otra final de Copa. Poca plata en la época de transición pero latente al 100% la raza. En el camino una lastimosa caída en nuestra competición favorita ante el Sporting de Praga. Normal, es que es imposible repetir todo. Y vuelven las risas amparadas en esa confianza de que ya ha escampado, que los golpes han cesado y apagamos la luz.
Nos despertamos y nos encontramos con que Monchi ha vuelto y un poco antes también Ever. Y en esa vuelta del León el troleo es mayúsculo. El entrenador elegido es Julen Lopetegui que viene odiado por toda España (nosotros inclusive) y después de haber tenido (culpable o no según quien lo mire) la culpa de salir de la selección a las puertas del Mundial así como ser despedido posteriormente del Real Madrid casi sin arrancar. Temporada además en la que el Betis había (en una de esas veces efímeras) quedado por encima y ganado un par de derbys.
Ha vuelto Monchi pero estamos calentitos, y encima Lopetegui. Bueno habrá que confiar, o no. Pero en el fondo, somos tan asquerosos y hemos empezado a ser conscientes del p*to asco que damos que hasta el más pesimista, hasta el más crítico tenía en su cabeza ya esa musiquilla de... "siempre que parece que...".
Mazazo gordo. Fallece Jose Antonio Reyes. Ya no vestía nuestra camiseta pero su recuerdo es eterno. El jugador más emblemático y con más calidad que ha salido de nuestra cantera, el futbolista con más títulos de nuestra competición favorita de la que también tenemos más que nadie. No puede ser.
Empezamos la Liga dubitativos y acabamos como un auténtico cañon, íbamos a por todas pero en nuestro torneo favorito la cosa se veía lejos. Pero bueno, ¿y sí...? Como mínimo sabíamos que la Roma era el siguiente rival en liza. Vivos varios rivales con entidad. Fácil no iba a ser. Muchos sevillistas comentaban que quizás a partido único este año era más viable pero con United, Inter, Roma y tal entre otros a doble partido podría ser jodido.
PANDEMIA MUNDIAL. Parón en seco en liga y de todas las competiciones. El panorama cambia por completo y con ello las competiciones. ¿Se reanudan? ¿No se reanudan? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? Mil preguntas sin respuestas que con el avance del tiempo comienzan a resolverse. Volvemos para agosto, calendario y árbol de cruces sorteado por completo, final a ocho, país único... A la par que se resuelven las dudas las cábalas en el sevillismo aumentan y ya empieza a olerse que lo de Julen Lopetegui y el run run del principio no era casual. ¿Otra vez?
Se resuelve la incógnita de los cruces y no salimos bien parados. Roma, Wolves y United sobre el papel y en una hipotética final posiblemente lnter de Milán. Todos con rachas imponentes. Bueno venga, dale. A partido único, como muchos querían, quizás... A ver, somos el más laureado de la competición. Como mínimo toca morir, además se le ha puesto cara de que el psicópata está volviendo a coger la pluma, copa de Whiskey y su gato a las piernas.
Fallece Biri-Biri. Otro jugador emblemático y símbolo del corazón de Nervión. Corazón que además no podrá estar en este final de competición. Fallece Biri-Biri, y la afición aguarda en casa impaciente por volver a disfrutar juntos de nuevo. Ya van dos símbolos que nos dejan en el año.
Pues nada, volver en Liga implica derby inicial. En casa, sin afición y habiéndose ya jugado la vuelta. Vuelta a ganar (uno de tantos) y el resto del campeonato como un toro cosechando un cúmulo de partidos sin perder histórico.
Y se reanuda en agosto la UEL. Positivo por COVID-19 de Gudelj uno de los hombres fuertes del vestuario. Dudas y riesgo. La Roma es inminente y llegan como un tren. Pues nada paseo militar ante los italianos. Monchi se desquita (p*to psicópata) ante su ex-club con una plantilla confeccionada que funciona como un engranaje perfecto. Presentada nuestra candidatura a Colonia.
Coge carrerilla el cabrón del psicópata que escribe todo esto. Ahora el Wolves. Sobre el papel netamente inferiores a nosotros, sobre la práctica un por culo de cuidado con un presupuesto brutal y un partido trampa. Diego Carlos, el central con más azúcar de la temporada a nivel local y nacional comete un penalty absurdo en los primeros minutos. Para Bono. Portero desmerecido al proceder cedido por un Girona de Segunda. A mamarla los lobos ingleses y a semifinales como SIEMPRE que pisamos cuartos. Ahora a esperar al próximo que no es otro que el Manchester United.
Ahora el United. A estos ya les jodimos con Ben Yedder (que por cierto ha seguido el torneo en las redes sociales como un yonki más) y joderles una segunda vez va a ser harto complicado. Tienen auténticas bestias y tenemos su antipatía y nos recuerdan. La pre-temporada empezaba con victoria ante el Liverpool. ¿Presagio? Muchas otras empezaron de forma similar ante ingleses. Otra vez las cábalas. Otra vez el psicópata tejiendo con sumo cuidado. Pues nada, nuevo penalti del mismo central, de la misma forma y otra vez al inicio. Estos no fallan y se adelantan. Ventaja a un United que te tiene enfilado. ¿Y quién te empata la eliminatoria? Un fichaje de invierno hiper discutido. ¿Y quien la remonta? El delantero que casi nadie quiere por fútbol y números pero que parece estar tocado con una varita para las grandes citas. Otra vez al carajo el United. Una más. Y ahora a la final.
Final ante el Inter de Milán que, si los anteriores eran auténticos trenes, estos van como aviones. Un italiano en final de UEL es nuevo. LLevan tiempo sin tocar plata. Tienen a auténticos bichos en ataque. Vienen de arrasar en semifinales. Nadie les hace un gol casi. Llevamos un huevo de partidos sin perder, rompiendo todos los récords. Serían seis de seis. El Inter está en ese selecto grupo de clubes con tres UEL, ganarles implica doblar a todos incluyéndoles. Impo... ¿y si...? Mil cábalas a favor (que si presentadores de campanadas, que si Eurovisión, que si estadísticas, que si rachas...) y mil en contra. El paranoma futbolístico expectante porque lo del Sevilla ya roza lo imposible.
Empieza el partido y quien si no el mismo central de las dos rondas anteriores vuelve a hacer el mismo penalty al inicio. Y marca Lukaku de penalti. Bah, alguna perderemos. Es lógico y estos parecen los mejores a los que nos hemos enfrentado. Encima dando ventaja una y otra vez...
Y te empata la eliminatoria Luuk De Jong, y te remonta Luuk De Jong. Y lo vemos venir. Y la eliminatoria se pone gitana y ahí el Inter se mueve también bien. Pero es que nosotros somos también africanos hijos de p*ta y tenenemos un psicópata que parece escribrir nuestra Historia. Y es que, como alentaba el video de Biris, somos el p*to SEVILLA FÚTBOL CLUB. Pero nos empatan, dos a dos. Vuelven las cábalas y vuelve aquel baile de emociones ante el Dnipro a aflorar de entre los recuerdos.
Y cuando nadie lo esperaba (o si) en un alarde de poesía del psicopáta de los cojones, no sin antes hacernos sufrir como más le gusta, gol. Gol de Diego Carlos. ¿Quién si no? Diego Carlos de chilena rebotando en un jugador del Inter, Lukaku (que ya nos marcó con el United en aquella eliminatoria y que comió cabeza igualmente) ¿No es de auténticos hijos de p*ta eso? ¿No es digno de una película india donde lo épico ya hasta avergüenza a lo irreal?
Y tu te preguntas @Rives que ahora qué. ¿Ahora qué? Ahora a saber que coño nos tiene preparado ese hijo de p*ta, si es que existe, que escribe este guión. Pero desde luego que nos quiten lo bailado y a seguir en los grupos de Whatsapp con los "...y si..." hasta que desaparezca el Club. Porque tenenemos que desaparecer no me entra en la cabeza otra cosa.
Eso o me veo alzando una segunda Liga o la primera UCL y que por primera vez la cámara enfoque al que escribe nuestro nombre en plata y sea la de Luis Fabiano que encabeza el floro. Es el único D10S que ha demostrado su existencia y no me sorprendería que fuese nuestro psicópata. Ya vimos que pasó cuando osamos a cambiar la cabecerita. Yo ya no entiendo nada. ¿Locos de la cabeza? Reventados.
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Te he dado un vegano por qué te quiero, valiente tocho , maricona.

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ozzy

Purificador nuclear
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El guión en la UEL del Sevilla yo insisto, con lo visto en esta última, que, de existir algo ahí arriba, está escrito por un auténtico psicópata sevillista.
 
1ª UEL: Tu eterno rival gana una Copa de S.M. el Rey y te deja sin participación en la UCL por culpa de un tercero, el Málaga. En el año anterior a tu centenario. Ahí es nada. Años aletargados, acumulando más éxitos que derrotas en los duelos locales y regionales, una buena temporada y llegan estos dos y se marcan una de esas pocas temporadas en las que pegan la campanada. Pues nada, resignados a la UEL. Lo que vino después es pura paja. Pasando por el gol de uno de tus canteranos más insignes (y que acabaría convertido en Leyenda tras fallecer con la camiseta puesta) a levantar el título de campeón mientras los otros dos se despeñan (uno de ellos yéndose a Segunda) y en paralelo te traes la Supercopa de Europa. Ahí es nada. Todo esto sin contar con que esa misma temporada termina tu vínculo con el entrenador que forja la base de todo, sevillista a morir, y que es reemplazado por un ex-bético como Juande Ramos. Año del Centenario. El p*to año de tu Centenario.
2ª UEL: Reinas por un día, empieza a acuñarse el término paragüero para desmerecer a la primera y última (aparentemente), ni nosotros mismos creemos repetir nada de lo cosechado. Un carajo. Comienza el idilio. En esa segunda UEL marca tu portero de cabeza un gol decisivo para jugar una prórroga en la que acabo marcando Chevantón. Teníamos quizás la dupla de delanteros más bestia que hayamos imaginado nunca y acaba marcando Chevantón y tu portero. Por el camino te cepillas a uno de tus rivales más significativos de la última década (Osasuna) y con el que cosechas la vuelta a Europa. Como si de una señal se tratase en la que adviertes lo que dejas atrás para mirar a los ojos a otros más poderosos. En la final te cargas a un club español que también repetía final en su historia (el año anterior tocó plata además) y que de igual forma era un presagio de lo que sucedería de inmediato en la clasificación histórica. En paralelo te traes una Copa de S.M. el Rey en la que acabas eliminando por el camino a tu eterno rival y la Supercopa de España. Y no ganas la Liga de milagro. De dos en dos, seguidas. Al alcance de pocas reinas por un día.
Muere Antonio Puerta, canterano. El mismo que te había alzado a jugar la primera final europea nos deja. El entrenador que te ha hecho soñar con todo se pira cual rata. Primeras finales perdidas. ¿Todo parece haber acabado? Pues no, tras un par de años dubitativos te plantas con uno de los entrenadores más cuestionados (y ex-jugador con más partidos con la casaca del Club) en una nueva final de Copa de S.M. el Rey. Resultado erótico. Ganas con otro entrenador de cantera a nada más y nada menos que el Atlético de Madrid con dos goles de dos canteranos.
Y ahora sí, en el año del Centenario del Betis. ¿Cómo era eso de la copa del qué?
3ª UEL: todo parecía haber concluido en esa última copa. Un último brindis por todo. Quizás la que se le debía al bueno de Antonio. En Liga pues basura. Varios entrenadores sin pena ni gloria y acabamos en una patética posición, novenos. Novenos y con tu máximo rival por encima (dos posiciones) Nada. A mamarla todo. Pues a Monchi le da por traerse a un loco, un auténtico majara que viene "defenestrado" del Valencia, junto con Ever Banega que ni calificativos tiene para el cartel que arrastraba. Desde Valencia, risas.
La UEFA sanciona, lo nunca visto, a dos clubes españoles. Uno de ellos uno de los protagonistas de la primera historia, el Málaga que es sexto. Cae su plaza Europea al Betis (que ya iba por arrastre de campeón de Copa) y por consiguiente vuelve a caer su plaza al Rayo Vallecano (octavo) Al club madrileño también lo sancionan y ahí estamos nosotros.
Ya habíamos cosechado tanta animadversión como éxito. Al final tocar plata, competir hasta el final y pelear en todas las plazas también te retorna enemigos de toda índole. Pues con esta tercera UEL emprendemos, cual samuráis, el camino del odio.
Uno de los mantras más laureados con el éxito de las dos anteriores (ya en el recuerdo pero vivas en ese idilio) era que la competición es menor. Menor, paragüero, menor, paragüero, menor, paragüero... y así hasta la saciedad. Ya, con la boca pequeña eso sí, también se oía un... "porque no os habéis enfrentado a clubes que os compliquen las cosas" (en clara alusión a si mismos) Pues nada, echamos a andar con la piara de locos que tenemos en el banquillo una nueva, injusta e ilegal participación europea. La más cafre y de auténticos bastardos que hemos jugado nunca. Lo dicho, parece escrito por un psicópata.
Te topas con los aladiles del mantra del paragüero. Si bien el conocer que nos tienen enfrente no les hace mucha gracia en sus entrañas, se muestran con cierta confianza de que ya, por fin, están ellos para jodernos el tocar plata. ¿Cómo va a haber tercera si están ellos ahí? Y casi, pero no. Comienzan ganando 0-2 en nuestro feudo (un hito para ellos) y con la victoria las bromitas se diluyen dando paso a reforzar su posición de único club que nos puede parar. Comienzan también los sueños de repetir nuestros éxitos, de levantar un paragüero. Ya deja de ser competición menor y pasa a ser LA COMPETICIÓN.
Allá que vamos a jugar la vuelta. Los locos se conjuran al unísono. En esa conjura su granito de arena tiene un ex-florero que envenena las redes. El miedo se huele. Y llega la eliminatoria y se empata. Gol mediante del canterano con más fútbol en sus botas de nuestra Historia. Se empata y se va a penaltis. Recordemos, escrita por un auténtico psicópata. Y si, a penaltis y a empezar perdiendo en la tanda. ¿Resultado? Nono echando fuera el penalty que los podía dejar fuera si fallaban. A mamarla. Maquinarias funcionando a tope para reconducir la situación mientras digieren bilis a mansalva. "¿Cómo es posible?", "estos cabrones se llevan la tercera" eran ya trending topic en la ciudad.
Era posible si, pero en el camino el Valencia. En semifinales. Recordemos el presagio de eliminatorias anteriores, el psicópata escribiendo, Unai y Ever. Eliminatoria en casa fácil, aseadita y encarada para llegar a la final con un partido calmado. Los cojones del psicópata. Sus putos cojones. Nos remontan la eliminatoria y nos dejan fuera con los dos pies casi. Las risas del verano con el entrenador y el argentino tronan con fuerza al ritmo de "¡Sí, sí, sí! ¡Nos vamos a Turín!" Pero no, tampoco. Coke saca de banda en el ultimísimo minuto y M'Bia acaba peinando al fondo de la red con un auténtico chorlazo. Pum. Gol al Valencia. Otra vez el campeón en la final. The Champ is Here. ¿Rival? Benfica. Club más laureado de Portugal, con empaque europeo y con un largo historial de finales perdidas a sus espaldas. Solo nosotros podíamos caer ahí, o al menos el nosotros de antaño. ¿La tercera? ¿No habría ningún club en el mundo con más que nosotros pero sí las mismas? Imposible era ya un término de nuestro vocablo sevillista. No por contra en la acera bética o en los despechados valencianistas que sí veían claramente que esa plata entraba a Sevilla por río con destino nuestras vitrinas. Y así fue. Tercera en casa, pero a penaltis que da más asco y el psicópata no descansa.
El Betis a Segunda división ese año como colistas.
4ª UEL: La más tranquila. El paseito que te deja en la cima. En el auténtico olimpo de campeones y anestesiados de éxitos constantes el Sevilla se había convertido (se ha convertido) en un auténtico tiburón de los trofeos coperos. Pero bueno, ¿hasta aquí hemos llegado no? Además este año jugamos UCL como campeones de la tercera. Además ya gananamos dos, seguidas inclusive. El año pasado una tercera. ¿Vamos a ser tan putos de ganar otra? Nada. Imposible.
La resignación sevillana, andaluza, española y ya también europea era total. Nuestro shock y estado de embriaguez por exceso de copas nos hacían presagiar que ya no más. ¿Además qué? ¿Ser los únicos con cuatro? Pues a la final de la forma más tranquila que hayamos visto hasta la fecha. El psicópata estaba tranquilo. Paseos por hermosas ciudades y a la final. Final que empezamos perdiendo pero que fácilmente (con actuación prodigiosa de Reyes) acabamos ganado. 3-2. Derrota, empate, victoria, empate, victoria en la sucesión de emociones.
La final más sobrada. Además como premio la participación inmediata en UCL como campeón.
5ª UEL: emocionante pero también tranquila. Vas como campeón a Champions. Nadie en la Historia había alzado tres títulos europeos seguidos. Nadie tenía cuatro, pero ni mucho menos cinco. Eramos el rey, lo sabíamos mejor que todos. Ya en el vocablo sevillista el imposible desaparece por un "y si..." o un "verás tu...". En el imaginario bético los balbuceos ya apenas hacen ruido pero entre resignación y algún que otro llanto todavía intentaban desprestigiar la competición que los estaba enterrando en vida.
El haber ganado la cuarta nos metía, por nueva normativa, en UCL directamente. Ganar la UEL era una quimera pues teníamos que caer eliminados y como terceros de grupo. Imposible. Sin embargo ya nos veíamos eliminados (hasta casi el deseo) como terceros.
Último partido de eliminatorias en fase de grupo de la UCL. ¿Rival? La Juventus de Turín (ni más ni menos) de la que ese año habíamos firmado a Fernando Llorente. Jugador que estaba pasando (y pasaría) sin pena ni gloria por Sevilla. Pues nada. Gol de Llorente a su ex-equipo y de cabeza a la UEL como terceros de grupo. La Juventus solo perdió ese partido y el Sevilla solo ganó dos, uno ese.
Pues nada, otra vez a la final. En el camino a la gloria te cargas también al Athletic de Bilbao que años antes te había burreado en Copa a consecuencia de uno de esos alardes de bravuconería barata de Del Nido. Eliminatoria en la que Beñat falla un penalty. Recordemos ese "beñat noches" que nuestro psicópata había recopilado, procesado e hilado finamente en su entramado de locura sevillista.
Te plantas en la final ante el Liverpool de Klöpp. Germen de lo que es hoy día y pedigrí bestial para el máximo líder de la competición. Bah, ganar significaba distanciar a todos tus rivales (recordemos, todos tres, nososotros cuatro) entre los que se incluye el Liverpool. Prueba de fuego. Además, ¿tres seguidas? ¿TRES? Bueno, imposible no, pero... ¿y si...? Acabas ganando la final con dos goles de tu lateral. Así, sin más. Auténtico rey del torneo y el siguiente club por debajo está a dos de distancia. Brecha enorme. Tres seguidas, hito histórico. Y de la mano conviertes a tu canterano más TOP, Reyes, en rey de la competición.
Y bueno, fin del cuento. Ya está. Demasiado gordo esto.
 
 
 
 
 
6ª UEL: se nos fue Unai, se nos fue Ever, se nos fue Rakitic. Se nos fue hasta Monchi. Nos resentimos enormemente pero el Club ya ha instaurado su máxima en los torneos; plata o plomo. Y con esa máxima unos cuartos de final de UCL eliminando al todo poderoso Manchester United y otra final de Copa. Poca plata en la época de transición pero latente al 100% la raza. En el camino una lastimosa caída en nuestra competición favorita ante el Sporting de Praga. Normal, es que es imposible repetir todo. Y vuelven las risas amparadas en esa confianza de que ya ha escampado, que los golpes han cesado y apagamos la luz.
Nos despertamos y nos encontramos con que Monchi ha vuelto y un poco antes también Ever. Y en esa vuelta del León el troleo es mayúsculo. El entrenador elegido es Julen Lopetegui que viene odiado por toda España (nosotros inclusive) y después de haber tenido (culpable o no según quien lo mire) la culpa de salir de la selección a las puertas del Mundial así como ser despedido posteriormente del Real Madrid casi sin arrancar. Temporada además en la que el Betis había (en una de esas veces efímeras) quedado por encima y ganado un par de derbys.
Ha vuelto Monchi pero estamos calentitos, y encima Lopetegui. Bueno habrá que confiar, o no. Pero en el fondo, somos tan asquerosos y hemos empezado a ser conscientes del p*to asco que damos que hasta el más pesimista, hasta el más crítico tenía en su cabeza ya esa musiquilla de... "siempre que parece que...".
Mazazo gordo. Fallece Jose Antonio Reyes. Ya no vestía nuestra camiseta pero su recuerdo es eterno. El jugador más emblemático y con más calidad que ha salido de nuestra cantera, el futbolista con más títulos de nuestra competición favorita de la que también tenemos más que nadie. No puede ser.
Empezamos la Liga dubitativos y acabamos como un auténtico cañon, íbamos a por todas pero en nuestro torneo favorito la cosa se veía lejos. Pero bueno, ¿y sí...? Como mínimo sabíamos que la Roma era el siguiente rival en liza. Vivos varios rivales con entidad. Fácil no iba a ser. Muchos sevillistas comentaban que quizás a partido único este año era más viable pero con United, Inter, Roma y tal entre otros a doble partido podría ser jodido.
PANDEMIA MUNDIAL. Parón en seco en liga y de todas las competiciones. El panorama cambia por completo y con ello las competiciones. ¿Se reanudan? ¿No se reanudan? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? Mil preguntas sin respuestas que con el avance del tiempo comienzan a resolverse. Volvemos para agosto, calendario y árbol de cruces sorteado por completo, final a ocho, país único... A la par que se resuelven las dudas las cábalas en el sevillismo aumentan y ya empieza a olerse que lo de Julen Lopetegui y el run run del principio no era casual. ¿Otra vez?
Se resuelve la incógnita de los cruces y no salimos bien parados. Roma, Wolves y United sobre el papel y en una hipotética final posiblemente lnter de Milán. Todos con rachas imponentes. Bueno venga, dale. A partido único, como muchos querían, quizás... A ver, somos el más laureado de la competición. Como mínimo toca morir, además se le ha puesto cara de que el psicópata está volviendo a coger la pluma, copa de Whiskey y su gato a las piernas.
Fallece Biri-Biri. Otro jugador emblemático y símbolo del corazón de Nervión. Corazón que además no podrá estar en este final de competición. Fallece Biri-Biri, y la afición aguarda en casa impaciente por volver a disfrutar juntos de nuevo. Ya van dos símbolos que nos dejan en el año.
Pues nada, volver en Liga implica derby inicial. En casa, sin afición y habiéndose ya jugado la vuelta. Vuelta a ganar (uno de tantos) y el resto del campeonato como un toro cosechando un cúmulo de partidos sin perder histórico.
Y se reanuda en agosto la UEL. Positivo por COVID-19 de Gudelj uno de los hombres fuertes del vestuario. Dudas y riesgo. La Roma es inminente y llegan como un tren. Pues nada paseo militar ante los italianos. Monchi se desquita (p*to psicópata) ante su ex-club con una plantilla confeccionada que funciona como un engranaje perfecto. Presentada nuestra candidatura a Colonia.
Coge carrerilla el cabrón del psicópata que escribe todo esto. Ahora el Wolves. Sobre el papel netamente inferiores a nosotros, sobre la práctica un por culo de cuidado con un presupuesto brutal y un partido trampa. Diego Carlos, el central con más azúcar de la temporada a nivel local y nacional comete un penalty absurdo en los primeros minutos. Para Bono. Portero desmerecido al proceder cedido por un Girona de Segunda. A mamarla los lobos ingleses y a semifinales como SIEMPRE que pisamos cuartos. Ahora a esperar al próximo que no es otro que el Manchester United.
Ahora el United. A estos ya les jodimos con Ben Yedder (que por cierto ha seguido el torneo en las redes sociales como un yonki más) y joderles una segunda vez va a ser harto complicado. Tienen auténticas bestias y tenemos su antipatía y nos recuerdan. La pre-temporada empezaba con victoria ante el Liverpool. ¿Presagio? Muchas otras empezaron de forma similar ante ingleses. Otra vez las cábalas. Otra vez el psicópata tejiendo con sumo cuidado. Pues nada, nuevo penalti del mismo central, de la misma forma y otra vez al inicio. Estos no fallan y se adelantan. Ventaja a un United que te tiene enfilado. ¿Y quién te empata la eliminatoria? Un fichaje de invierno hiper discutido. ¿Y quien la remonta? El delantero que casi nadie quiere por fútbol y números pero que parece estar tocado con una varita para las grandes citas. Otra vez al carajo el United. Una más. Y ahora a la final.
Final ante el Inter de Milán que, si los anteriores eran auténticos trenes, estos van como aviones. Un italiano en final de UEL es nuevo. LLevan tiempo sin tocar plata. Tienen a auténticos bichos en ataque. Vienen de arrasar en semifinales. Nadie les hace un gol casi. Llevamos un huevo de partidos sin perder, rompiendo todos los récords. Serían seis de seis. El Inter está en ese selecto grupo de clubes con tres UEL, ganarles implica doblar a todos incluyéndoles. Impo... ¿y si...? Mil cábalas a favor (que si presentadores de campanadas, que si Eurovisión, que si estadísticas, que si rachas...) y mil en contra. El paranoma futbolístico expectante porque lo del Sevilla ya roza lo imposible.
Empieza el partido y quien si no el mismo central de las dos rondas anteriores vuelve a hacer el mismo penalty al inicio. Y marca Lukaku de penalti. Bah, alguna perderemos. Es lógico y estos parecen los mejores a los que nos hemos enfrentado. Encima dando ventaja una y otra vez...
Y te empata la eliminatoria Luuk De Jong, y te remonta Luuk De Jong. Y lo vemos venir. Y la eliminatoria se pone gitana y ahí el Inter se mueve también bien. Pero es que nosotros somos también africanos hijos de p*ta y tenenemos un psicópata que parece escribrir nuestra Historia. Y es que, como alentaba el video de Biris, somos el p*to SEVILLA FÚTBOL CLUB. Pero nos empatan, dos a dos. Vuelven las cábalas y vuelve aquel baile de emociones ante el Dnipro a aflorar de entre los recuerdos.
Y cuando nadie lo esperaba (o si) en un alarde de poesía del psicopáta de los cojones, no sin antes hacernos sufrir como más le gusta, gol. Gol de Diego Carlos. ¿Quién si no? Diego Carlos de chilena rebotando en un jugador del Inter, Lukaku (que ya nos marcó con el United en aquella eliminatoria y que comió cabeza igualmente) ¿No es de auténticos hijos de p*ta eso? ¿No es digno de una película india donde lo épico ya hasta avergüenza a lo irreal?
Y tu te preguntas @Rives que ahora qué. ¿Ahora qué? Ahora a saber que coño nos tiene preparado ese hijo de p*ta, si es que existe, que escribe este guión. Pero desde luego que nos quiten lo bailado y a seguir en los grupos de Whatsapp con los "...y si..." hasta que desaparezca el Club. Porque tenenemos que desaparecer no me entra en la cabeza otra cosa.
Eso o me veo alzando una segunda Liga o la primera UCL y que por primera vez la cámara enfoque al que escribe nuestro nombre en plata y sea la de Luis Fabiano que encabeza el floro. Es el único D10S que ha demostrado su existencia y no me sorprendería que fuese nuestro psicópata. Ya vimos que pasó cuando osamos a cambiar la cabecerita. Yo ya no entiendo nada. ¿Locos de la cabeza? Reventados.
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Iba con el móvil al baño a darme un homenaje...y al final me he leído estoy y aquí llevo sentado 10 minutos , me ha robado mi rato más feliz del día ...espera, aún tengo 20 segundos...

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paqitto

Florero
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Yo lo leeré por capítulos, como las series. He empezado por la Sexta, muy bueno, aunque me ha matado la referencia al Sporting de Praga... 

 

Zmork

Florero
VIP
Vamos a ganarle al Bayern de gitanas maneras.

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