Conviene recordar que en la primera vuelta, además de no tener centrales, no había extremos. Lamela era el único específico, no había ni para un once, tenía que jugar ahí Oliver, Isco o el Papu.
Ahora está Ocampos, Bryan y hasta Suso aporta algo. Al menos esto si lo han arreglado en invierno.
Pero mira uno a septiembre y no se cree el engendro que diseñó Monchi.