Yo es que no encuentro ninguna razón para que juegue. Si compensara sus tremendos regalos al rival con alguna aportación lo entendería. Pero es que es una auténtica calamidad en el campo. No aporta presión, ni resta, ni distribución, ni llegada. No aporta nada, solo CALAMIDAD.
SOLO APORTA CALAMIDAD. TRISTEZA, MALOS RATOS.
Que asco, que pena. Y que siga jugando. Y sigue, y sigue, y sigue.,