De verdad, no somos conscientes de la bestialidad que tuvimos la suerte de presenciar ayer. No es ya el hecho de la épica de la remontada, del nivel de juego o de la duración del partido. Es la velocidad de bola y el ser capaces de mantenerla durante casi 5 horas y media. Eso es una verdadera brutalidad que nunca antes ninguna generación había hecho. Con esto no desmerezco al big 3 y a previas generaciones. Pero es un hecho que el tenis, como todo deporte, cambia y evoluciona, y la velocidad de bola hoy día es cada vez superior. Ha sido la primera de muchas finales entre estos dos extraterrestres. Apuesto a que veremos un nuevo episodio en Wimbledon en un mes. A seguir disfrutando!