Vuelven los 90´s: La caza del pijo.

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seluarenas

Florero
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Mamona yo he salido corriendo de tu pueblo en los 90 por jugar al billar con tres niñas del pueblo. Brutos eran tela (no recuerdo nombre, estaba como en un poligono industrial? O zona con poca luz...) 1995 o asi.
Si te refieres al triángulo, si estaba en una zona con poquísima luz al lado de unos descampados donde la chavaleria de la época iba a follar. Era una zona muy bizarra, con grandes noches de Chiquetete y el de los cantores de Hispalis, que no recuerdo su nombre. Y redadas antidroga habituales. Yo vivía muy cerca y los fines de semana eso era un desmadre.
Y es cierto que allí han solido ser brutos casi siempre. Recuerdo cuando tortearon a Paquirrín por meterle cuello a una algabeña. Y los derbis regionales eran con los de la Torre de la reina en las respectivas ferias.

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ZaCk

CEO at DEEP
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Era una noche de verano más, nos comíamos una pizza en el parque mi colega dedos de nabo y yo y, de lejos, veíamos la feria de al lado de mi pueblo, pero se nos había hecho tarde y la mezcla de fresquito y pizza parecía inmejorable.

El Nokia 6110 de mi amigo comenzó a sonar, era el garrulo.

Si mi amigo el dedos de nabo era brutote al lado del garrulo era Vázquez-Montalban, hablamos de un tipo que el 80% de su día estaba rodeado de ganado vacuno y tenía un cuello como para colgarlo en el Bar Las Piletas con la vitola de ganadería debajo.

-¿Onde ta ompare?
-En el parque.
-Amo a la feria, que vengo de darle de bebé a las bestia y tengo gana de juerga.
-Ompare hoy poca cosa.
-Enga ya, a mi no me diga que no, yo os recojo a los do y no tenéi problema con bebé, aunque sea media horita.

Sabía que esta negociación entre Churchill y Roosevelt no llevaba a nada bueno y, finalmente, nos recogió a los 10 minutos.

Nos separaban 5 minutos de la feria así que el camino fue corto pero intenso, si entonces hubiera existido el meme/audio de "depredadoooo" sería lo que se hubiera ido escuchando durante todo el trayecto.

La entrada a la feria fue a tiro hecho, a la caseta de la "juventú". El garrulo y dedos de nabo eran unos abonados al JB Cola, pideron 4, dos para bebérselo de un buche y otros dos ya de "relax".

La caseta era la típica abierta con albero y musicona del momento como el remix de break de Ana Gabriel.

Te quiero ver, ya no dejo de pensar en tí,​
¿Que voy hacer?, si te quiero solo para mí,​
estoy aquí, te recuerdo por mi habitación,​
tenerte aquí, es el sueño que se a vuelto una obsesión.​

Eran las 2 de la madrugada.

Os contaré la graciosa costumbre que tenía el garrulo cuando se ponía de caldo hasta las cejas.

Obviamente no bailaba, tampoco hablaba, casi no se movía de su sitio, metía el cuello de ñu entre sus hombros, ponía su brazo en un perfecto ángulo de 90º aguantando su cubata y se ponía a mirar fijamente a los ojos de todo aquel que pasara por su lado.

Cuando hablo de fijamente hablo de penetrarte con la mirada como si te hubieras acostado con su hermana. Esto lo hacía con todo el que pasaba cerca, hombres, mujeres, ancianos y claro, estadísticamente, siempre se encontraba con alguien a quien no le gustaba el escaneo. Y ese día pasó a los dos minutos de haber entrado en la caseta.

Se quedó mirando a un chaval de corte similar, camisa de cuadros, que podía estar allí como esperando a que entrara el simpecao de Almonte, éste se encaró y le dijo que qué miraba, el garrulo ya no sabía/podía articular palabra aunque probablemente se estaría cagando en sus muertos telepáticamente y, cuando el tipo estuvo en el radio de alcance de su mano, le metió un guantazo con la mano abierta a lo Bud Spencer con la misma mano que horas antes estuvo agarrando cuernos de vaca toda la tarde.

El tipo dio 5 pasos para atrás y le metió un bimbazo a una chavala, el novio de la misma le metió otro envión por detrás a este, los amigos de ambos grupos se dividieron entre meterse puñetazos entre ellos e ir a buscar al garrulo.

Había como 15 personas dándose por todos lados, yo no comulgaba con lo que hacía el garrulo pero no podía dejarlo solo, por lo que me metí a rechazar el ataque enemigo, una patada por aquí, un mata león por allá y, de pronto, 10 picoletos entraron en modo cincel y nos cogieron a todos por banda y sacaron uno por uno.

Nos pusieron a los tres en fila fuera de la caseta, la GC nos preguntó qué había pasado. Yo, en estos casos, siempre hacía de abogado porque la dicción y planteamientos de mis dos representados dejaba siempre mucho que desear y el JB no ayudaba, y no era la primera vez que ante una pregunta inocente de un agente nos llevaban por delante por culpa de la delicadeza de los animalitos.

-Entramos a tomarnos algo, un chico con una camisa de cuadros iba muy bebido y haciendo el tonto con un amigo, le dio un empujón a una chavala y su novio y amigos comenzaron la batalla campal en la que nos vimos envueltos, como comprenderá no es una situación donde escojas estar o no, si te ves dentro tienes que defenderte e intentamos mantener nuestra integridad física lo que pudimos hasta que pudisteis entrar a parar todo el lío.

Más o menos fue así, cuando ocurre algo así tienes que hablar tranquilo y con un léxico que no se esperen porque, primero, demuestras que no estas borracho y, segundo, porque esperan a un cateto peleón y el contraste los deja un poco despistados.

Total, que como pude defendí nuestro honor bastante bien después de varias respuestas, pero, justo cuando nos dijeron que "venga pa casa", salió en tipo de la camisa de cuadros de la caseta y a nuestro personaje el garrulo no se le ocurrió otra cosa que, ahí, delante de la GC, cagarse en su muertos y hacer un amago de irse para él.

Los tres a la caseta de la GC.

Una sola mesa con un picoleto de bigote sentado tras de ella, tres gilipollas delante suya de pie.

Nos pide que le contemos que ha pasado, le cuento el relato de nuevo con más penurias, los otros dos balbucean dándome la razón intentando marcar las eses para parecer más finos pero lo único que consiguen es hacer el ridículo.

-Bueno, decidme vuestro nombre y DNI y os marchais.

Se lo decimos pero, cuando le toca al garrulo dice:

-Antonio Romero López.

A mí se me hiela la sangre. Obviamente sé que ese no es su nombre e intento aguantar la cara de poker como puedo.

El picoleto, con más tiros que la cantimplora de un bosnio lo mira, sabe que esa manera de decir su nombre no es la habitual cuando dices la verdad, garrulo había acabado esa noche su carrera hacia los Goya.

El picoleto se levanta y le pide que saque lo que llevará en los bolsillo, cuando vi que llevaba la cartera y, por lo tanto, su DNI, cerré los ojos como seguramente haría ese vecino de Hiroshima cuando vio el resplandor de la bomba atómica aquella mañana.

El picoleto lee el DNI, mira al garrulo, lo lee de nuevo, mira al garrulo.

La posición en la que estábamos era.

Zacarias - dedos de nabo - garrulo.

No sé si el picolo era Vasco pero el movimiento de pelota vasca lo tenía más que asimilado.

Le pegó tal guantazo con la mano abierta al garrulo que su cabeza dio con la de dedos de nabo y por termodinámica esa energía me llevó a comerme toda la pared de la caseta.

Los bolos humanos.

No me acuerdo de esos segundos posteriores pero no se me olvidará la vena del bigotes gritándole a la cara del garrulo, todavía en el suelo, algo que seguramente se podría traducir como un "hombre, no vuelva a mentirme".

Salimos a rastras de la caseta, en silencio, yo llevé el coche hasta el parque de nuevo.

Todavía quedaba algo de pizza que guardamos para la vuelta.

Eran las dos y veinte de la madrugada.

El garrulo había cumplido su promesa.
 

Assi_1890

Florero
Florero
Era una noche de verano más, nos comíamos una pizza en el parque mi colega dedos de nabo y yo y, de lejos, veíamos la feria de al lado de mi pueblo, pero se nos había hecho tarde y la mezcla de fresquito y pizza parecía inmejorable.

El Nokia 6110 de mi amigo comenzó a sonar, era el garrulo.

Si mi amigo el dedos de nabo era brutote al lado del garrulo era Vázquez-Montalban, hablamos de un tipo que el 80% de su día estaba rodeado de ganado vacuno y tenía un cuello como para colgarlo en el Bar Las Piletas con la vitola de ganadería debajo.

-¿Onde ta ompare?
-En el parque.
-Amo a la feria, que vengo de darle de bebé a las bestia y tengo gana de juerga.
-Ompare hoy poca cosa.
-Enga ya, a mi no me diga que no, yo os recojo a los do y no tenéi problema con bebé, aunque sea media horita.

Sabía que esta negociación entre Churchill y Roosevelt no llevaba a nada bueno y, finalmente, nos recogió a los 10 minutos.

Nos separaban 5 minutos de la feria así que el camino fue corto pero intenso, si entonces hubiera existido el meme/audio de "depredadoooo" sería lo que se hubiera ido escuchando durante todo el trayecto.

La entrada a la feria fue a tiro hecho, a la caseta de la "juventú". El garrulo y dedos de nabo eran unos abonados al JB Cola, pideron 4, dos para bebérselo de un buche y otros dos ya de "relax".

La caseta era la típica abierta con albero y musicona del momento como el remix de break de Ana Gabriel.

Te quiero ver, ya no dejo de pensar en tí,​
¿Que voy hacer?, si te quiero solo para mí,​
estoy aquí, te recuerdo por mi habitación,​
tenerte aquí, es el sueño que se a vuelto una obsesión.​

Eran las 2 de la madrugada.

Os contaré la graciosa costumbre que tenía el garrulo cuando se ponía de caldo hasta las cejas.

Obviamente no bailaba, tampoco hablaba, casi no se movía de su sitio, metía el cuello de ñu entre sus hombros, ponía su brazo en un perfecto ángulo de 90º aguantando su cubata y se ponía a mirar fijamente a los ojos de todo aquel que pasara por su lado.

Cuando hablo de fijamente hablo de penetrarte con la mirada como si te hubieras acostado con su hermana. Esto lo hacía con todo el que pasaba cerca, hombres, mujeres, ancianos y claro, estadísticamente, siempre se encontraba con alguien a quien no le gustaba el escaneo. Y ese día pasó a los dos minutos de haber entrado en la caseta.

Se quedó mirando a un chaval de corte similar, camisa de cuadros, que podía estar allí como esperando a que entrara el simpecao de Almonte, éste se encaró y le dijo que qué miraba, el garrulo ya no sabía/podía articular palabra aunque probablemente se estaría cagando en sus muertos telepáticamente y, cuando el tipo estuvo en el radio de alcance de su mano, le metió un guantazo con la mano abierta a lo Bud Spencer con la misma mano que horas antes estuvo agarrando cuernos de vaca toda la tarde.

El tipo dio 5 pasos para atrás y le metió un bimbazo a una chavala, el novio de la misma le metió otro envión por detrás a este, los amigos de ambos grupos se dividieron entre meterse puñetazos entre ellos e ir a buscar al garrulo.

Había como 15 personas dándose por todos lados, yo no comulgaba con lo que hacía el garrulo pero no podía dejarlo solo, por lo que me metí a rechazar el ataque enemigo, una patada por aquí, un mata león por allá y, de pronto, 10 picoletos entraron en modo cincel y nos cogieron a todos por banda y sacaron uno por uno.

Nos pusieron a los tres en fila fuera de la caseta, la GC nos preguntó qué había pasado. Yo, en estos casos, siempre hacía de abogado porque la dicción y planteamientos de mis dos representados dejaba siempre mucho que desear y el JB no ayudaba, y no era la primera vez que ante una pregunta inocente de un agente nos llevaban por delante por culpa de la delicadeza de los animalitos.

-Entramos a tomarnos algo, un chico con una camisa de cuadros iba muy bebido y haciendo el tonto con un amigo, le dio un empujón a una chavala y su novio y amigos comenzaron la batalla campal en la que nos vimos envueltos, como comprenderá no es una situación donde escojas estar o no, si te ves dentro tienes que defenderte e intentamos mantener nuestra integridad física lo que pudimos hasta que pudisteis entrar a parar todo el lío.

Más o menos fue así, cuando ocurre algo así tienes que hablar tranquilo y con un léxico que no se esperen porque, primero, demuestras que no estas borracho y, segundo, porque esperan a un cateto peleón y el contraste los deja un poco despistados.

Total, que como pude defendí nuestro honor bastante bien después de varias respuestas, pero, justo cuando nos dijeron que "venga pa casa", salió en tipo de la camisa de cuadros de la caseta y a nuestro personaje el garrulo no se le ocurrió otra cosa que, ahí, delante de la GC, cagarse en su muertos y hacer un amago de irse para él.

Los tres a la caseta de la GC.

Una sola mesa con un picoleto de bigote sentado tras de ella, tres gilipollas delante suya de pie.

Nos pide que le contemos que ha pasado, le cuento el relato de nuevo con más penurias, los otros dos balbucean dándome la razón intentando marcar las eses para parecer más finos pero lo único que consiguen es hacer el ridículo.

-Bueno, decidme vuestro nombre y DNI y os marchais.

Se lo decimos pero, cuando le toca al garrulo dice:

-Antonio Romero López.

A mí se me hiela la sangre. Obviamente sé que ese no es su nombre e intento aguantar la cara de poker como puedo.

El picoleto, con más tiros que la cantimplora de un bosnio lo mira, sabe que esa manera de decir su nombre no es la habitual cuando dices la verdad, garrulo había acabado esa noche su carrera hacia los Goya.

El picoleto se levanta y le pide que saque lo que llevará en los bolsillo, cuando vi que llevaba la cartera y, por lo tanto, su DNI, cerré los ojos como seguramente haría ese vecino de Hiroshima cuando vio el resplandor de la bomba atómica aquella mañana.

El picoleto lee el DNI, mira al garrulo, lo lee de nuevo, mira al garrulo.

La posición en la que estábamos era.

Zacarias - dedos de nabo - garrulo.

No sé si el picolo era Vasco pero el movimiento de pelota vasca lo tenía más que asimilado.

Le pegó tal guantazo con la mano abierta al garrulo que su cabeza dio con la de dedos de nabo y por termodinámica esa energía me llevó a comerme toda la pared de la caseta.

Los bolos humanos.

No me acuerdo de esos segundos posteriores pero no se me olvidará la vena del bigotes gritándole a la cara del garrulo, todavía en el suelo, algo que seguramente se podría traducir como un "hombre, no vuelva a mentirme".

Salimos a rastras de la caseta, en silencio, yo llevé el coche hasta el parque de nuevo.

Todavía quedaba algo de pizza que guardamos para la vuelta.

Eran las dos y veinte de la madrugada.

El garrulo había cumplido su promesa.
¿Para qué comprar el libro de Joaquín teniendo estas maravillas?

El Instituto Cervantes pasará a llamarse en breve el Instituto Zacarías.

Lo veo.
 

RoZMaN

Florero
VIP
Bueno, voy a contar una más, que como esto se está animando se me vienen cositas a la cabeza:

En esta no participé como primera estrella sino más bien como espectador/perrachivata y no fue una emboscada cani, más bien fuimos nosotros, pobres urbanitas los que nos metimos en la boca del lobo cani. Come together right now over me:

Verano de 1997. No eran buenos tiempos para el grupo de amigos del barrio de toda la vida. El primer año de facultad de algunos nos había distanciado bastante, las horas de estudio habían sustituido el ratito con la litro y las pipas de los banquitos y además había fricciones internas provocadas por el gilipollismo de algunos integrantes que antaño eran amigables y con los que hacias terapias de las penas que nos daba nuestro Sevilla entre otros asuntos fraternales que habían sido sustituidos por apariciones esporádicas y solo cuando acudían feminas a las que intentaban seducir a base de humillar a los demás y gilipolleces propias de esas edades donde algunos parecían que su única forma de ocultar que eran un mojón de 18 años era ir de guay.

Pues bien, tan deteriorada estaba la cosa que ya solo coincidíamos en el gimnasio al que estábamos todos apuntados pero nuestro único tema de conversación común era reirnos de los cuerpo-escombros que allí se veían, inconscientes -ay- que la edad nos pasaría la factura a nosotros también. Un dia un chaval del grupo que ejercía como lider in pectore nos presenta a uno de esos cuerpos objeto de burla, pero no con animus iocandi. Se había hecho su amigo y nos lo quería presentar. El nuevo fichaje tenía veintiocho o veintinueve años y pese a gordo y tapón nos saludó con unos aires de grandeza impostados que seguramente le vendrían porque trabajaba y ganaba pasta (era auxiliar administrativo o algún tipo de profesión así que requería conocimientos nivel Stephen Hawking) y tenía coche (un hyundai accent verde con cuarenta matauras y más kilómetros que la ex-novia de Ruben Castro)
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(Voy a ir poniendo alguna que otra imagen para que el tocho se haga más ameno)

Todos los días fardaba de algo el muy fantasma, iba siempre con la barbilla alta pese a que tenía el mismo físico que El Rey del Cachopo ese que sale por la tele y se debía sentir como Papá pitufo contando sus historias ante unos inverbes pitufitos. Que si yo no bebo del calimocho guarro ese que haceis vosotros, que si tengo un amigo con un bar que me deja el chivas a precio de Dyc, que si me he follado a nosecuantas tias por el culo. Para mí era soporifero, pero no se porque el resto de los demás le escuchaban y le compraban la moto. Un dia el gordi nos contó que tenía una novia en Villaverde del Rio, que en una semana era la feria de allí y que si ibamos con él nos presentaría a las amigas de su novia "que eran mu guarras" lo cual provocó que a todos al unisono se nos pusieran las orejas de punta (y alguna otra cosa), el gordo era odioso pero quizás algun beneficio se le pudiese sacar a tener que aguantarle. Todos lo dijeron que sí al instante mientras yo me quedaba pensando si ir a una feria de pueblo a alternar con sus muchachas no podría ser considerado un acto hostil por la jauría cani, pero mientras estaba ahí imbuido en mis pensamientos, el muchacho proclamó, en referencia a mí: "El canijo también se puede venir si quiere eh?". Lo cual me ofendió, podría haberme llamado ectomorfo en fase de volumen por iniciar, que menos.

Os ahorro anécdotas del viaje como que tuvimos que irnos en bus porque el cabrón del gordo se fue solo en el coche a traición y otras. Ubicamos la acción ya de madrugada en la explanada de la susodicha feria del susodicho pueblo. (No se si habría casetas por algún lado, nosotros estuvimos todo el rato en una especie de macrobotellón en terreno de alvero con megafonía acoplada de forma tanto rústica en postes de luz y farolas). Por un lado estaba el panorama: el 90% de la multitud era cani, muy cani. Ultracani diría yo. Allí que sonaba el Breathe de Prodigy y el Higher state of consciusness de Joshwink y el personal se volvía loco.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.
 

Gallagher

Florero
VIP
Era una noche de verano más, nos comíamos una pizza en el parque mi colega dedos de nabo y yo y, de lejos, veíamos la feria de al lado de mi pueblo, pero se nos había hecho tarde y la mezcla de fresquito y pizza parecía inmejorable.

El Nokia 6110 de mi amigo comenzó a sonar, era el garrulo.

Si mi amigo el dedos de nabo era brutote al lado del garrulo era Vázquez-Montalban, hablamos de un tipo que el 80% de su día estaba rodeado de ganado vacuno y tenía un cuello como para colgarlo en el Bar Las Piletas con la vitola de ganadería debajo.

-¿Onde ta ompare?
-En el parque.
-Amo a la feria, que vengo de darle de bebé a las bestia y tengo gana de juerga.
-Ompare hoy poca cosa.
-Enga ya, a mi no me diga que no, yo os recojo a los do y no tenéi problema con bebé, aunque sea media horita.

Sabía que esta negociación entre Churchill y Roosevelt no llevaba a nada bueno y, finalmente, nos recogió a los 10 minutos.

Nos separaban 5 minutos de la feria así que el camino fue corto pero intenso, si entonces hubiera existido el meme/audio de "depredadoooo" sería lo que se hubiera ido escuchando durante todo el trayecto.

La entrada a la feria fue a tiro hecho, a la caseta de la "juventú". El garrulo y dedos de nabo eran unos abonados al JB Cola, pideron 4, dos para bebérselo de un buche y otros dos ya de "relax".

La caseta era la típica abierta con albero y musicona del momento como el remix de break de Ana Gabriel.

Te quiero ver, ya no dejo de pensar en tí,​
¿Que voy hacer?, si te quiero solo para mí,​
estoy aquí, te recuerdo por mi habitación,​
tenerte aquí, es el sueño que se a vuelto una obsesión.​

Eran las 2 de la madrugada.

Os contaré la graciosa costumbre que tenía el garrulo cuando se ponía de caldo hasta las cejas.

Obviamente no bailaba, tampoco hablaba, casi no se movía de su sitio, metía el cuello de ñu entre sus hombros, ponía su brazo en un perfecto ángulo de 90º aguantando su cubata y se ponía a mirar fijamente a los ojos de todo aquel que pasara por su lado.

Cuando hablo de fijamente hablo de penetrarte con la mirada como si te hubieras acostado con su hermana. Esto lo hacía con todo el que pasaba cerca, hombres, mujeres, ancianos y claro, estadísticamente, siempre se encontraba con alguien a quien no le gustaba el escaneo. Y ese día pasó a los dos minutos de haber entrado en la caseta.

Se quedó mirando a un chaval de corte similar, camisa de cuadros, que podía estar allí como esperando a que entrara el simpecao de Almonte, éste se encaró y le dijo que qué miraba, el garrulo ya no sabía/podía articular palabra aunque probablemente se estaría cagando en sus muertos telepáticamente y, cuando el tipo estuvo en el radio de alcance de su mano, le metió un guantazo con la mano abierta a lo Bud Spencer con la misma mano que horas antes estuvo agarrando cuernos de vaca toda la tarde.

El tipo dio 5 pasos para atrás y le metió un bimbazo a una chavala, el novio de la misma le metió otro envión por detrás a este, los amigos de ambos grupos se dividieron entre meterse puñetazos entre ellos e ir a buscar al garrulo.

Había como 15 personas dándose por todos lados, yo no comulgaba con lo que hacía el garrulo pero no podía dejarlo solo, por lo que me metí a rechazar el ataque enemigo, una patada por aquí, un mata león por allá y, de pronto, 10 picoletos entraron en modo cincel y nos cogieron a todos por banda y sacaron uno por uno.

Nos pusieron a los tres en fila fuera de la caseta, la GC nos preguntó qué había pasado. Yo, en estos casos, siempre hacía de abogado porque la dicción y planteamientos de mis dos representados dejaba siempre mucho que desear y el JB no ayudaba, y no era la primera vez que ante una pregunta inocente de un agente nos llevaban por delante por culpa de la delicadeza de los animalitos.

-Entramos a tomarnos algo, un chico con una camisa de cuadros iba muy bebido y haciendo el tonto con un amigo, le dio un empujón a una chavala y su novio y amigos comenzaron la batalla campal en la que nos vimos envueltos, como comprenderá no es una situación donde escojas estar o no, si te ves dentro tienes que defenderte e intentamos mantener nuestra integridad física lo que pudimos hasta que pudisteis entrar a parar todo el lío.

Más o menos fue así, cuando ocurre algo así tienes que hablar tranquilo y con un léxico que no se esperen porque, primero, demuestras que no estas borracho y, segundo, porque esperan a un cateto peleón y el contraste los deja un poco despistados.

Total, que como pude defendí nuestro honor bastante bien después de varias respuestas, pero, justo cuando nos dijeron que "venga pa casa", salió en tipo de la camisa de cuadros de la caseta y a nuestro personaje el garrulo no se le ocurrió otra cosa que, ahí, delante de la GC, cagarse en su muertos y hacer un amago de irse para él.

Los tres a la caseta de la GC.

Una sola mesa con un picoleto de bigote sentado tras de ella, tres gilipollas delante suya de pie.

Nos pide que le contemos que ha pasado, le cuento el relato de nuevo con más penurias, los otros dos balbucean dándome la razón intentando marcar las eses para parecer más finos pero lo único que consiguen es hacer el ridículo.

-Bueno, decidme vuestro nombre y DNI y os marchais.

Se lo decimos pero, cuando le toca al garrulo dice:

-Antonio Romero López.

A mí se me hiela la sangre. Obviamente sé que ese no es su nombre e intento aguantar la cara de poker como puedo.

El picoleto, con más tiros que la cantimplora de un bosnio lo mira, sabe que esa manera de decir su nombre no es la habitual cuando dices la verdad, garrulo había acabado esa noche su carrera hacia los Goya.

El picoleto se levanta y le pide que saque lo que llevará en los bolsillo, cuando vi que llevaba la cartera y, por lo tanto, su DNI, cerré los ojos como seguramente haría ese vecino de Hiroshima cuando vio el resplandor de la bomba atómica aquella mañana.

El picoleto lee el DNI, mira al garrulo, lo lee de nuevo, mira al garrulo.

La posición en la que estábamos era.

Zacarias - dedos de nabo - garrulo.

No sé si el picolo era Vasco pero el movimiento de pelota vasca lo tenía más que asimilado.

Le pegó tal guantazo con la mano abierta al garrulo que su cabeza dio con la de dedos de nabo y por termodinámica esa energía me llevó a comerme toda la pared de la caseta.

Los bolos humanos.

No me acuerdo de esos segundos posteriores pero no se me olvidará la vena del bigotes gritándole a la cara del garrulo, todavía en el suelo, algo que seguramente se podría traducir como un "hombre, no vuelva a mentirme".

Salimos a rastras de la caseta, en silencio, yo llevé el coche hasta el parque de nuevo.

Todavía quedaba algo de pizza que guardamos para la vuelta.

Eran las dos y veinte de la madrugada.

El garrulo había cumplido su promesa.
Que de palabras que hacía décadas que no usaba: JB cola, bimbazo, envión, el breakbeat the Ana Gabriel,...
 

RoZMaN

Florero
VIP
...continuacion

Wanadoo, que era una empresa que ofrecía servicios de internet por aquella época de los modems de 28.000 baudios e Infovía, no tuvo mejor idea que repartir a la entrada unos cd´s con el software de conexión, lo que provocó que a cada subidón de canción trance que se ponía por la megafonía, los alegres canis alli congregandos empezarán a lanzarlos a discrección al estilo shuriken por lo que había que ponerse a cubierto. La depresión del sistema nervioso que proporcionaba el alcohol o las drojas hacía que hubiese gente con cortes o la oreja sangrando cual gorrino y no se apercibieran que danzaban bajo un charco de su propia sangre.
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Amén de las ronditas que se daban de vez en cuando algunos grupitos de canis alfa para identificar quienes de los presentes en la multitud eran del pueblo y cuales extranjeros. El panorama era terrorífico. Algo se me empezaba a mover en el estomago. En esos momentos era un serbio ortodoxo que se había colado en una mezquita de Mostar. Pero bueno, tenía a mi comando protegiéndome ¿no?

Por allí andaba mi grupo de amigos, en modo rombito y bailando entre ellos mientras miraban a todos lados como gilipollas. Aburriéndose como marsopas. Por lo visto la que resultó ser novia pueblerina del gordito no era tal, sino una amiga que conoció un dia en el Capote y que le dijo, por pesao y babas probablemente, que le invitaba a la feria de su pueblo pero que una vez allí no le daba ni la hora a pesar de que el tio se fajaba en labores de comerle la oreja y darle palique. Huelga decir que las amigas nos hacían menos caso que Lopetegui a un canterano. Dos besos a cada uno y ni a mirarnos el resto de la noche. Pero la bomba de la noche quedaba por explotar: nuestros servicios de inteligencia y escucha (si ya de por si los pueblerinos hablaban a niveles decibélicos que harían ahogar a la llamada al apareamiento de una ballena azul), el alcohol y la música hizo que pudieramos enterarnos nitidamente que la "novia" de nuestro amigo tenía un novio de verdad de allí del pueblo, de los más chungos por lo visto, que se habían peleado esa tarde porque el muchacho no quería que esta acudiera a la feria y que se hallaba buscándola por la zona pues la muchacha le había hecho el mismo caso que Romaric a su endocrino. Allí que lo identifican, estaba bastante lejos de nuestras posiciones y de espaldas, pero sobresalía entre las cabezas de la multitud porque era como el Paul ese del Tekken, misma cresta, mismos musculos, pero en gipsy y con un tatuaje que comenzaba en su pomulo y rotaba perdiendose más abajo de su atlas. Camiseta de los Bulls en lugar de kimono. Se tomaba una copa en vaso de tubo de plastico mientras oteaba el horizonte como buscando a alguien. A su lado, dos canis betas pero fuertes les hacían de escolta. Me da por mirar a nuestro gordi y allí seguía a pico y pala, martilleando el timpano de la lugareña a un ritmo de uno-dos-uno-dos que solo había visto hasta entonces a Apollo Creed en Rocky II, y con la misma distancia de seguridad que un negacionista en una sauna-gay.

Y entonces ocurrió.

Supongo que casi todos recordareis cuando Son Gohan se convirtió en supersaiyajin. Esa cabeza del android pisoteada por Célula, ese haz de luz que cruza el cerebro de Gohan, paralizandolo durante un segundo y dando suelta rienda suelta a una explosión de ira.
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Pues igual, igual, fue lo que en ese momento sentí yo, un segundo de paralis, la mirada perdida y un apretón de tripas tan fuerte que me hizo encogerme y replegarme sobre mí mismo. No me volví rubio sino blanco, y un sudor frio me invadió y empapó como si me hubiese subido el mortirolo con una bici sin ruedas.

Corrí como un plusmarquista hacia esos vateres de plastico prefabricados que ponen en las ferias. Negocié con los canis que hacían cola que me dejasen pasar a cambio de un paquete de tabaco recien comprado a repartir entre todos ellos. No existía el miedo, el potaje que se cocía en mis entrañas me hacía segregar la adrenalina suficiente para tratarlos como si fueran amigos de toda la vida y llamarles "illo surmano". Nada importaba, un puñetazo no me hubiera dolido. Un balazo tampoco, solo un afán atávico me movía: tenía que cagar. NECESITABA CAGAR.

Cuando pude acceder a la letrina, de mi ano emanó un nauseabundo ectoplasma cuyo olor ni siquiera Lovecraft podría haber descrito con palabras. Cambiaba de forma, ora líquido a presión, ora sedimento cuasi solido. Creo que debí deshidratarme, mis calzoncillos se inmolaron en su último servicio en pos de procurarme una limpieza medio digna y allí se quedaron, arrinconados tras la taza del vater. Había renacido. Estaba nuevo. Limpio. Maldije la hamburguesa que me había comido del puesto ambulante y el vino peleon que compramos para el Calimocho en un vano intenso de engañarme no atribuyendo al miedo mi reacción.
Pero al salir, volvió el desasosiego. Frente a mis narices estaba plantado el del Tekken y me miraba con cara de mala hostia.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE.
 

RoZMaN

Florero
VIP
...continuación y final.

-"illo, tu eres de los jevillanos esos que se habeis venio a ligarse a mi novia"
+"Que dices colega, ¿Que me estás contando illo?
-"Como no me diga donde está mi novia te encierro ahi dentrol vate, le pongo la pitón y no sales en una semana"

Ante mi titubeo, me agarró de la camiseta y me introduce junto a él en el microespacio de la casetilla prefrabricada en la que había jiñado anteriormente. Ya en el anterior la mano que me sujetaba parecía menos firme. El olor allí condensado era más propio de una bestia que de un humano. El Cani empezó a toser y a venirsele arcadas, su cara estaba descompuesta y amagaba con darme un codazo en la nariz pero la peste le hacía como tambalearse, iba a vomitar y así lo hizo, en mis bonitos botines vans de dos meses. Sucumbido por la situación, hice una finta y me salí del habitaculo, le señale a la zona donde estaba su novia, que seguía siendo acechada por el gordi: "Illo ahí está tu novia illo, allí, dejame en paz ostia p*ta ya" nuevamente la adrenalina me hacía parecer menos acojonado de lo que estaba.

Salí corriendo fuera de la explanada, fuera de la feria y casi llego al final del pueblo. Solo me dio tiempo a ver en mi huida que el cani alfa se tomó un breve tiempo para recuperarse y se dedicó a reclutar por los grupillos algunos aliados que le ayudasen a presentarle sus respetos a ese grupo de tios de la capital (nos llamaban sevillanos desconocedores quizás que ellos también lo eran, igual Villaverde del Rio tiene aspiraciones independendistas, a saber)

Por mi parte yo, que estaba a las afueras del pueblo, caí en la cuenta que aun faltaban dos horas para el primer bus que me llevase de vuelta a mi hogar así que bendije que hubiese un bar abierto a tan tempranas horas. Allí solo había vejetes con boina de labriego tomandose su tostá con ajo y aceite o endiñandose sus copazos de anis seco a modo de omeprazol rústico. Recuerdo que cogí el estadio deportivo que estaba en la barra y mientras degustaba un poleo-menta para asentar mi pobre estomago, leía la crónica del tercer partido de pretemporada que habían jugado nuestros chicos comandados por Julián Rubio (empezó él esa temporada para sustituirle Miera, luego Juan Carlos y luego Castro Santos), no me acuerdo del rival pero creo que ganamos 5-3 o 4-2. Uno de los vejetes me dió conversación contándome que de todos los que habíamos fichado ese año el mejor era Axel Lawaree, que se había hartado de marcar goles en la liga croata el año pasado (recordemos que venía cedido por el Standard de Lieja) y allí departimos alegremente, con otros vejetes que se unieron a la conversación, del descenso, de que si se cruzase con Lopera lo ponía debajo de la rueda de su tractor, de que si Camacho esto y lo otro. Me sentí, por primera vez en la noche, seguro, como el de las Wikileaks en una embajada. Desde entonces, por motivos obvios, guardo un gran recuerdo de Lawaree
Axel+Lawaree+%25281%2529.jpg


Me despedí de mis nuevos y provectos amigos a tiempo para coger el bus a Sevilla, donde fui con un radio amplio de asientos vacíos en torno a mí, probablemente por mi olor corporal al que ya me había acostumbrado. Una vez en casa me acosté, dormí un dia entero y no volví a pisar el gimnasio hasta tres días despues. Cuando lo hice me comenta uno de mis amigos:

-"Illo donde te metiste el otro dia carajo?"
+"Ostia illo me puse malisimo, me daría un amarillo o algo y me fui haciendo autostop porque no me tenia en pie"
-"Illo po no veas la que se montó, nos metimos en una pelea que no veas, al gordi le han roto la mandibula y a lo mejor le tienen que operar"
-"Coño, siempre me pierdo las mejores".

Desde aquella la gente ya empezó a quedar menos que antes y cada uno tiró para sus nuevos amigos de estudio, pero aún hoy cada cinco años o así hacemos una comida de navidad donde siempre sale la anécdota de Villaverde del Rio y siempre digo lo mismo: "Illo que coraje, siempre hablais de la batallita esa y yo que me la perdí"

Y fin.
 

Paco Zandia

Florero
Florero
Era una noche de verano más, nos comíamos una pizza en el parque mi colega dedos de nabo y yo y, de lejos, veíamos la feria de al lado de mi pueblo, pero se nos había hecho tarde y la mezcla de fresquito y pizza parecía inmejorable.

El Nokia 6110 de mi amigo comenzó a sonar, era el garrulo.

Si mi amigo el dedos de nabo era brutote al lado del garrulo era Vázquez-Montalban, hablamos de un tipo que el 80% de su día estaba rodeado de ganado vacuno y tenía un cuello como para colgarlo en el Bar Las Piletas con la vitola de ganadería debajo.

-¿Onde ta ompare?
-En el parque.
-Amo a la feria, que vengo de darle de bebé a las bestia y tengo gana de juerga.
-Ompare hoy poca cosa.
-Enga ya, a mi no me diga que no, yo os recojo a los do y no tenéi problema con bebé, aunque sea media horita.

Sabía que esta negociación entre Churchill y Roosevelt no llevaba a nada bueno y, finalmente, nos recogió a los 10 minutos.

Nos separaban 5 minutos de la feria así que el camino fue corto pero intenso, si entonces hubiera existido el meme/audio de "depredadoooo" sería lo que se hubiera ido escuchando durante todo el trayecto.

La entrada a la feria fue a tiro hecho, a la caseta de la "juventú". El garrulo y dedos de nabo eran unos abonados al JB Cola, pideron 4, dos para bebérselo de un buche y otros dos ya de "relax".

La caseta era la típica abierta con albero y musicona del momento como el remix de break de Ana Gabriel.

Te quiero ver, ya no dejo de pensar en tí,​
¿Que voy hacer?, si te quiero solo para mí,​
estoy aquí, te recuerdo por mi habitación,​
tenerte aquí, es el sueño que se a vuelto una obsesión.​

Eran las 2 de la madrugada.

Os contaré la graciosa costumbre que tenía el garrulo cuando se ponía de caldo hasta las cejas.

Obviamente no bailaba, tampoco hablaba, casi no se movía de su sitio, metía el cuello de ñu entre sus hombros, ponía su brazo en un perfecto ángulo de 90º aguantando su cubata y se ponía a mirar fijamente a los ojos de todo aquel que pasara por su lado.

Cuando hablo de fijamente hablo de penetrarte con la mirada como si te hubieras acostado con su hermana. Esto lo hacía con todo el que pasaba cerca, hombres, mujeres, ancianos y claro, estadísticamente, siempre se encontraba con alguien a quien no le gustaba el escaneo. Y ese día pasó a los dos minutos de haber entrado en la caseta.

Se quedó mirando a un chaval de corte similar, camisa de cuadros, que podía estar allí como esperando a que entrara el simpecao de Almonte, éste se encaró y le dijo que qué miraba, el garrulo ya no sabía/podía articular palabra aunque probablemente se estaría cagando en sus muertos telepáticamente y, cuando el tipo estuvo en el radio de alcance de su mano, le metió un guantazo con la mano abierta a lo Bud Spencer con la misma mano que horas antes estuvo agarrando cuernos de vaca toda la tarde.

El tipo dio 5 pasos para atrás y le metió un bimbazo a una chavala, el novio de la misma le metió otro envión por detrás a este, los amigos de ambos grupos se dividieron entre meterse puñetazos entre ellos e ir a buscar al garrulo.

Había como 15 personas dándose por todos lados, yo no comulgaba con lo que hacía el garrulo pero no podía dejarlo solo, por lo que me metí a rechazar el ataque enemigo, una patada por aquí, un mata león por allá y, de pronto, 10 picoletos entraron en modo cincel y nos cogieron a todos por banda y sacaron uno por uno.

Nos pusieron a los tres en fila fuera de la caseta, la GC nos preguntó qué había pasado. Yo, en estos casos, siempre hacía de abogado porque la dicción y planteamientos de mis dos representados dejaba siempre mucho que desear y el JB no ayudaba, y no era la primera vez que ante una pregunta inocente de un agente nos llevaban por delante por culpa de la delicadeza de los animalitos.

-Entramos a tomarnos algo, un chico con una camisa de cuadros iba muy bebido y haciendo el tonto con un amigo, le dio un empujón a una chavala y su novio y amigos comenzaron la batalla campal en la que nos vimos envueltos, como comprenderá no es una situación donde escojas estar o no, si te ves dentro tienes que defenderte e intentamos mantener nuestra integridad física lo que pudimos hasta que pudisteis entrar a parar todo el lío.

Más o menos fue así, cuando ocurre algo así tienes que hablar tranquilo y con un léxico que no se esperen porque, primero, demuestras que no estas borracho y, segundo, porque esperan a un cateto peleón y el contraste los deja un poco despistados.

Total, que como pude defendí nuestro honor bastante bien después de varias respuestas, pero, justo cuando nos dijeron que "venga pa casa", salió en tipo de la camisa de cuadros de la caseta y a nuestro personaje el garrulo no se le ocurrió otra cosa que, ahí, delante de la GC, cagarse en su muertos y hacer un amago de irse para él.

Los tres a la caseta de la GC.

Una sola mesa con un picoleto de bigote sentado tras de ella, tres gilipollas delante suya de pie.

Nos pide que le contemos que ha pasado, le cuento el relato de nuevo con más penurias, los otros dos balbucean dándome la razón intentando marcar las eses para parecer más finos pero lo único que consiguen es hacer el ridículo.

-Bueno, decidme vuestro nombre y DNI y os marchais.

Se lo decimos pero, cuando le toca al garrulo dice:

-Antonio Romero López.

A mí se me hiela la sangre. Obviamente sé que ese no es su nombre e intento aguantar la cara de poker como puedo.

El picoleto, con más tiros que la cantimplora de un bosnio lo mira, sabe que esa manera de decir su nombre no es la habitual cuando dices la verdad, garrulo había acabado esa noche su carrera hacia los Goya.

El picoleto se levanta y le pide que saque lo que llevará en los bolsillo, cuando vi que llevaba la cartera y, por lo tanto, su DNI, cerré los ojos como seguramente haría ese vecino de Hiroshima cuando vio el resplandor de la bomba atómica aquella mañana.

El picoleto lee el DNI, mira al garrulo, lo lee de nuevo, mira al garrulo.

La posición en la que estábamos era.

Zacarias - dedos de nabo - garrulo.

No sé si el picolo era Vasco pero el movimiento de pelota vasca lo tenía más que asimilado.

Le pegó tal guantazo con la mano abierta al garrulo que su cabeza dio con la de dedos de nabo y por termodinámica esa energía me llevó a comerme toda la pared de la caseta.

Los bolos humanos.

No me acuerdo de esos segundos posteriores pero no se me olvidará la vena del bigotes gritándole a la cara del garrulo, todavía en el suelo, algo que seguramente se podría traducir como un "hombre, no vuelva a mentirme".

Salimos a rastras de la caseta, en silencio, yo llevé el coche hasta el parque de nuevo.

Todavía quedaba algo de pizza que guardamos para la vuelta.

Eran las dos y veinte de la madrugada.

El garrulo había cumplido su promesa.
Es usted un maestro de la narrativa retro-moderna... Madre mia, que manera de narrarlo... Qué maestria..
 

stuka

Florero
VIP
Eran los 90, yo era treintañero. Invité a salir a una rubia que me vendió unos vaqueros e increíblemente aceptó. Estuvimos toda la noche del sábado de farra. Yo entonces bebía four roses cola como el agua, a las 5 de la mañana debía de llevar unos cuantos. La rubía hacía visitas sospechosas al baño y cada vez pegaba los saltos más parriba. Ya de día me llevo a una disco que había enfrente de Santa Justa, había un ambiente raro en el parking. Cuando salimos del coche la rubia saluda a un nota con pinta de defensa yugoslavo leñero y el nota me radiografía con la mirada y comenta algo con sus compinches. La rubia dice, es mi ex. No esperé más, nada más entrar le pegué a la rubia una finta digna de Magic Johnson y me retiré vergonzosamente para casa ( menos más que la calle Alhóndiga estaba cerca). Recuerdo que hacía calor.
 

Astisevilla

Florero
VIP
Era una noche de verano más, nos comíamos una pizza en el parque mi colega dedos de nabo y yo y, de lejos, veíamos la feria de al lado de mi pueblo, pero se nos había hecho tarde y la mezcla de fresquito y pizza parecía inmejorable.

El Nokia 6110 de mi amigo comenzó a sonar, era el garrulo.

Si mi amigo el dedos de nabo era brutote al lado del garrulo era Vázquez-Montalban, hablamos de un tipo que el 80% de su día estaba rodeado de ganado vacuno y tenía un cuello como para colgarlo en el Bar Las Piletas con la vitola de ganadería debajo.

-¿Onde ta ompare?
-En el parque.
-Amo a la feria, que vengo de darle de bebé a las bestia y tengo gana de juerga.
-Ompare hoy poca cosa.
-Enga ya, a mi no me diga que no, yo os recojo a los do y no tenéi problema con bebé, aunque sea media horita.

Sabía que esta negociación entre Churchill y Roosevelt no llevaba a nada bueno y, finalmente, nos recogió a los 10 minutos.

Nos separaban 5 minutos de la feria así que el camino fue corto pero intenso, si entonces hubiera existido el meme/audio de "depredadoooo" sería lo que se hubiera ido escuchando durante todo el trayecto.

La entrada a la feria fue a tiro hecho, a la caseta de la "juventú". El garrulo y dedos de nabo eran unos abonados al JB Cola, pideron 4, dos para bebérselo de un buche y otros dos ya de "relax".

La caseta era la típica abierta con albero y musicona del momento como el remix de break de Ana Gabriel.

Te quiero ver, ya no dejo de pensar en tí,​
¿Que voy hacer?, si te quiero solo para mí,​
estoy aquí, te recuerdo por mi habitación,​
tenerte aquí, es el sueño que se a vuelto una obsesión.​

Eran las 2 de la madrugada.

Os contaré la graciosa costumbre que tenía el garrulo cuando se ponía de caldo hasta las cejas.

Obviamente no bailaba, tampoco hablaba, casi no se movía de su sitio, metía el cuello de ñu entre sus hombros, ponía su brazo en un perfecto ángulo de 90º aguantando su cubata y se ponía a mirar fijamente a los ojos de todo aquel que pasara por su lado.

Cuando hablo de fijamente hablo de penetrarte con la mirada como si te hubieras acostado con su hermana. Esto lo hacía con todo el que pasaba cerca, hombres, mujeres, ancianos y claro, estadísticamente, siempre se encontraba con alguien a quien no le gustaba el escaneo. Y ese día pasó a los dos minutos de haber entrado en la caseta.

Se quedó mirando a un chaval de corte similar, camisa de cuadros, que podía estar allí como esperando a que entrara el simpecao de Almonte, éste se encaró y le dijo que qué miraba, el garrulo ya no sabía/podía articular palabra aunque probablemente se estaría cagando en sus muertos telepáticamente y, cuando el tipo estuvo en el radio de alcance de su mano, le metió un guantazo con la mano abierta a lo Bud Spencer con la misma mano que horas antes estuvo agarrando cuernos de vaca toda la tarde.

El tipo dio 5 pasos para atrás y le metió un bimbazo a una chavala, el novio de la misma le metió otro envión por detrás a este, los amigos de ambos grupos se dividieron entre meterse puñetazos entre ellos e ir a buscar al garrulo.

Había como 15 personas dándose por todos lados, yo no comulgaba con lo que hacía el garrulo pero no podía dejarlo solo, por lo que me metí a rechazar el ataque enemigo, una patada por aquí, un mata león por allá y, de pronto, 10 picoletos entraron en modo cincel y nos cogieron a todos por banda y sacaron uno por uno.

Nos pusieron a los tres en fila fuera de la caseta, la GC nos preguntó qué había pasado. Yo, en estos casos, siempre hacía de abogado porque la dicción y planteamientos de mis dos representados dejaba siempre mucho que desear y el JB no ayudaba, y no era la primera vez que ante una pregunta inocente de un agente nos llevaban por delante por culpa de la delicadeza de los animalitos.

-Entramos a tomarnos algo, un chico con una camisa de cuadros iba muy bebido y haciendo el tonto con un amigo, le dio un empujón a una chavala y su novio y amigos comenzaron la batalla campal en la que nos vimos envueltos, como comprenderá no es una situación donde escojas estar o no, si te ves dentro tienes que defenderte e intentamos mantener nuestra integridad física lo que pudimos hasta que pudisteis entrar a parar todo el lío.

Más o menos fue así, cuando ocurre algo así tienes que hablar tranquilo y con un léxico que no se esperen porque, primero, demuestras que no estas borracho y, segundo, porque esperan a un cateto peleón y el contraste los deja un poco despistados.

Total, que como pude defendí nuestro honor bastante bien después de varias respuestas, pero, justo cuando nos dijeron que "venga pa casa", salió en tipo de la camisa de cuadros de la caseta y a nuestro personaje el garrulo no se le ocurrió otra cosa que, ahí, delante de la GC, cagarse en su muertos y hacer un amago de irse para él.

Los tres a la caseta de la GC.

Una sola mesa con un picoleto de bigote sentado tras de ella, tres gilipollas delante suya de pie.

Nos pide que le contemos que ha pasado, le cuento el relato de nuevo con más penurias, los otros dos balbucean dándome la razón intentando marcar las eses para parecer más finos pero lo único que consiguen es hacer el ridículo.

-Bueno, decidme vuestro nombre y DNI y os marchais.

Se lo decimos pero, cuando le toca al garrulo dice:

-Antonio Romero López.

A mí se me hiela la sangre. Obviamente sé que ese no es su nombre e intento aguantar la cara de poker como puedo.

El picoleto, con más tiros que la cantimplora de un bosnio lo mira, sabe que esa manera de decir su nombre no es la habitual cuando dices la verdad, garrulo había acabado esa noche su carrera hacia los Goya.

El picoleto se levanta y le pide que saque lo que llevará en los bolsillo, cuando vi que llevaba la cartera y, por lo tanto, su DNI, cerré los ojos como seguramente haría ese vecino de Hiroshima cuando vio el resplandor de la bomba atómica aquella mañana.

El picoleto lee el DNI, mira al garrulo, lo lee de nuevo, mira al garrulo.

La posición en la que estábamos era.

Zacarias - dedos de nabo - garrulo.

No sé si el picolo era Vasco pero el movimiento de pelota vasca lo tenía más que asimilado.

Le pegó tal guantazo con la mano abierta al garrulo que su cabeza dio con la de dedos de nabo y por termodinámica esa energía me llevó a comerme toda la pared de la caseta.

Los bolos humanos.

No me acuerdo de esos segundos posteriores pero no se me olvidará la vena del bigotes gritándole a la cara del garrulo, todavía en el suelo, algo que seguramente se podría traducir como un "hombre, no vuelva a mentirme".

Salimos a rastras de la caseta, en silencio, yo llevé el coche hasta el parque de nuevo.

Todavía quedaba algo de pizza que guardamos para la vuelta.

Eran las dos y veinte de la madrugada.

El garrulo había cumplido su promesa.
El break beat de Ana Gabriel (Obsesión) lo recuerdo como si fuera ayer, especialmente por los roces que me daba con una tipa que me ponía guarrisimo bailando conmigo. Sigue estando buena según LinkedIn.
 

Paco Zandia

Florero
Florero
...continuación y final.

-"illo, tu eres de los jevillanos esos que se habeis venio a ligarse a mi novia"
+"Que dices colega, ¿Que me estás contando illo?
-"Como no me diga donde está mi novia te encierro ahi dentrol vate, le pongo la pitón y no sales en una semana"

Ante mi titubeo, me agarró de la camiseta y me introduce junto a él en el microespacio de la casetilla prefrabricada en la que había jiñado anteriormente. Ya en el anterior la mano que me sujetaba parecía menos firme. El olor allí condensado era más propio de una bestia que de un humano. El Cani empezó a toser y a venirsele arcadas, su cara estaba descompuesta y amagaba con darme un codazo en la nariz pero la peste le hacía como tambalearse, iba a vomitar y así lo hizo, en mis bonitos botines vans de dos meses. Sucumbido por la situación, hice una finta y me salí del habitaculo, le señale a la zona donde estaba su novia, que seguía siendo acechada por el gordi: "Illo ahí está tu novia illo, allí, dejame en paz ostia p*ta ya" nuevamente la adrenalina me hacía parecer menos acojonado de lo que estaba.

Salí corriendo fuera de la explanada, fuera de la feria y casi llego al final del pueblo. Solo me dio tiempo a ver en mi huida que el cani alfa se tomó un breve tiempo para recuperarse y se dedicó a reclutar por los grupillos algunos aliados que le ayudasen a presentarle sus respetos a ese grupo de tios de la capital (nos llamaban sevillanos desconocedores quizás que ellos también lo eran, igual Villaverde del Rio tiene aspiraciones independendistas, a saber)

Por mi parte yo, que estaba a las afueras del pueblo, caí en la cuenta que aun faltaban dos horas para el primer bus que me llevase de vuelta a mi hogar así que bendije que hubiese un bar abierto a tan tempranas horas. Allí solo había vejetes con boina de labriego tomandose su tostá con ajo y aceite o endiñandose sus copazos de anis seco a modo de omeprazol rústico. Recuerdo que cogí el estadio deportivo que estaba en la barra y mientras degustaba un poleo-menta para asentar mi pobre estomago, leía la crónica del tercer partido de pretemporada que habían jugado nuestros chicos comandados por Julián Rubio (empezó él esa temporada para sustituirle Miera, luego Juan Carlos y luego Castro Santos), no me acuerdo del rival pero creo que ganamos 5-3 o 4-2. Uno de los vejetes me dió conversación contándome que de todos los que habíamos fichado ese año el mejor era Axel Lawaree, que se había hartado de marcar goles en la liga croata el año pasado (recordemos que venía cedido por el Standard de Lieja) y allí departimos alegremente, con otros vejetes que se unieron a la conversación, del descenso, de que si se cruzase con Lopera lo ponía debajo de la rueda de su tractor, de que si Camacho esto y lo otro. Me sentí, por primera vez en la noche, seguro, como el de las Wikileaks en una embajada. Desde entonces, por motivos obvios, guardo un gran recuerdo de Lawaree
Axel+Lawaree+%25281%2529.jpg


Me despedí de mis nuevos y provectos amigos a tiempo para coger el bus a Sevilla, donde fui con un radio amplio de asientos vacíos en torno a mí, probablemente por mi olor corporal al que ya me había acostumbrado. Una vez en casa me acosté, dormí un dia entero y no volví a pisar el gimnasio hasta tres días despues. Cuando lo hice me comenta uno de mis amigos:

-"Illo donde te metiste el otro dia carajo?"
+"Ostia illo me puse malisimo, me daría un amarillo o algo y me fui haciendo autostop porque no me tenia en pie"
-"Illo po no veas la que se montó, nos metimos en una pelea que no veas, al gordi le han roto la mandibula y a lo mejor le tienen que operar"
-"Coño, siempre me pierdo las mejores".

Desde aquella la gente ya empezó a quedar menos que antes y cada uno tiró para sus nuevos amigos de estudio, pero aún hoy cada cinco años o así hacemos una comida de navidad donde siempre sale la anécdota de Villaverde del Rio y siempre digo lo mismo: "Illo que coraje, siempre hablais de la batallita esa y yo que me la perdí"

Y fin.
Bueno y si maestro es Zack... Usted no se queda atrás.. menudas comparaciones, que ingenio.
 

penhate

Florero
VIP
...continuación y final.

-"illo, tu eres de los jevillanos esos que se habeis venio a ligarse a mi novia"
+"Que dices colega, ¿Que me estás contando illo?
-"Como no me diga donde está mi novia te encierro ahi dentrol vate, le pongo la pitón y no sales en una semana"

Ante mi titubeo, me agarró de la camiseta y me introduce junto a él en el microespacio de la casetilla prefrabricada en la que había jiñado anteriormente. Ya en el anterior la mano que me sujetaba parecía menos firme. El olor allí condensado era más propio de una bestia que de un humano. El Cani empezó a toser y a venirsele arcadas, su cara estaba descompuesta y amagaba con darme un codazo en la nariz pero la peste le hacía como tambalearse, iba a vomitar y así lo hizo, en mis bonitos botines vans de dos meses. Sucumbido por la situación, hice una finta y me salí del habitaculo, le señale a la zona donde estaba su novia, que seguía siendo acechada por el gordi: "Illo ahí está tu novia illo, allí, dejame en paz ostia p*ta ya" nuevamente la adrenalina me hacía parecer menos acojonado de lo que estaba.

Salí corriendo fuera de la explanada, fuera de la feria y casi llego al final del pueblo. Solo me dio tiempo a ver en mi huida que el cani alfa se tomó un breve tiempo para recuperarse y se dedicó a reclutar por los grupillos algunos aliados que le ayudasen a presentarle sus respetos a ese grupo de tios de la capital (nos llamaban sevillanos desconocedores quizás que ellos también lo eran, igual Villaverde del Rio tiene aspiraciones independendistas, a saber)

Por mi parte yo, que estaba a las afueras del pueblo, caí en la cuenta que aun faltaban dos horas para el primer bus que me llevase de vuelta a mi hogar así que bendije que hubiese un bar abierto a tan tempranas horas. Allí solo había vejetes con boina de labriego tomandose su tostá con ajo y aceite o endiñandose sus copazos de anis seco a modo de omeprazol rústico. Recuerdo que cogí el estadio deportivo que estaba en la barra y mientras degustaba un poleo-menta para asentar mi pobre estomago, leía la crónica del tercer partido de pretemporada que habían jugado nuestros chicos comandados por Julián Rubio (empezó él esa temporada para sustituirle Miera, luego Juan Carlos y luego Castro Santos), no me acuerdo del rival pero creo que ganamos 5-3 o 4-2. Uno de los vejetes me dió conversación contándome que de todos los que habíamos fichado ese año el mejor era Axel Lawaree, que se había hartado de marcar goles en la liga croata el año pasado (recordemos que venía cedido por el Standard de Lieja) y allí departimos alegremente, con otros vejetes que se unieron a la conversación, del descenso, de que si se cruzase con Lopera lo ponía debajo de la rueda de su tractor, de que si Camacho esto y lo otro. Me sentí, por primera vez en la noche, seguro, como el de las Wikileaks en una embajada. Desde entonces, por motivos obvios, guardo un gran recuerdo de Lawaree
Axel+Lawaree+%25281%2529.jpg


Me despedí de mis nuevos y provectos amigos a tiempo para coger el bus a Sevilla, donde fui con un radio amplio de asientos vacíos en torno a mí, probablemente por mi olor corporal al que ya me había acostumbrado. Una vez en casa me acosté, dormí un dia entero y no volví a pisar el gimnasio hasta tres días despues. Cuando lo hice me comenta uno de mis amigos:

-"Illo donde te metiste el otro dia carajo?"
+"Ostia illo me puse malisimo, me daría un amarillo o algo y me fui haciendo autostop porque no me tenia en pie"
-"Illo po no veas la que se montó, nos metimos en una pelea que no veas, al gordi le han roto la mandibula y a lo mejor le tienen que operar"
-"Coño, siempre me pierdo las mejores".

Desde aquella la gente ya empezó a quedar menos que antes y cada uno tiró para sus nuevos amigos de estudio, pero aún hoy cada cinco años o así hacemos una comida de navidad donde siempre sale la anécdota de Villaverde del Rio y siempre digo lo mismo: "Illo que coraje, siempre hablais de la batallita esa y yo que me la perdí"

Y fin.
Cabrón, fuiste tu el que me señalaste cual Judas aquella! Cuando te leía por aquí tu forma de escribir me sonaba de algo.
PD: no estaba gordito, soy ancho de huesos!
 

penhate

Florero
VIP
Ademas odia al Vitesse y a Don Luuk, menudo pieza.
Mientras no odie al AZ Almaark me basta. Lo del odio si a Don Luuk si me toca la moral. Le debería haber metido cuando era un canijo imberbe. Al menos me queda el consuelo que no lo llevé en mi Hyundai (mucho mejor conservado que la foto que ha puesto)
 
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