Han puesto un catalina en nervión y la madre que los trajo, por una brioche del tamaño de mi puño cerrao piden 7 pavos. Lo mismo por un triste montaito de gambas alioli. Hace un par de años el voilá empezó con los desayunos rondando los 7 euros café aparte y los camareros ni te apuntaban la comanda, tenías que tirar tú de app.
Al final tendré que hocicar con estas cosas porque no estoy dispuesto a pillar el bus e irme a otro barrio cada vez que quiera una tapa, pero tela eh. Tela.
Al final tendré que hocicar con estas cosas porque no estoy dispuesto a pillar el bus e irme a otro barrio cada vez que quiera una tapa, pero tela eh. Tela.