Las primeras jornadas de Jordán fueron asombrosas. Parecía claramente el próximo internacional y que en un par de años valdría el triple. De hecho fue nombrado jugador más valioso de Europa del mes de Septiembre.
Desde el llanto de Eibar pegó un buen bajón, pero echó la temporada con dignidad. Al año siguiente se produce un gran error de Lopetegui y es ponerlo a hacer lo que hacía Banega. Evidentemente no salió bien y esa temporada fue mucho más gris.
Y llegamos a la 2021-22 donde ya se estanca definitivamente. Ni rastro de aquel jugador que pedía el balón, tiraba faltas, metía buenos pases en profundidad, chutaba desde lejos y tenía una gran llegada. Ya no es que no le salga nada de eso, es que ni lo intenta. El balón le quema en los pies, tiene un miedo acojonante, y en su afán de no fallar abusa del pase patrás, lo que provoca errores groseros que generan contras peligrosas.
A día de hoy nada hace pensar que esto vaya a cambiar. Mismo entrenador, mismo sistema, misma afición que lo tiene ya en el punto de mira. Todavía tiene cierto cartel y seguro que empezar de cero en otra ciudad, con otro sistema, le iba a venir de p.m. Me huelo un año muy, muy malo de Jordán que acabará con él en la rampa de salida del año que viene, ¿para qué perder este año?