Con lo mesurado que eres para otras cosas, Zack, me sorprende el tono recochineístico que usas para este tema.
También me entristece bastante el tufo a cachondeo que lleva la sociedad con el tema trans (como no, importado de la ultrarancia política conservadora de EEUU y su cruzadita contra el fantasma woke) que hace que se cometa fraude de ley para tapar otros delitos y parte de la opinión pública y los medios lo trate de pillería y juego.
Aparte, gracioso que el en párrafo que citas, el enlace no te remite a la noticia que se menciona sino a un artículo general sobre la violencia machista, así que de momento a ese dato la fuente es miami me lo confirmó.
Es que en ningún momento me estoy recochineando, al revés, no soy mesurado porque la ley esta desarrollada de manera PERFECTA para realizar un fraude de ley sin que te puedan pillar.
No solo vale con tu propio deseo, sin más pruebas (ni cambiarte el nombre si quiera) si no que el funcionario que dude siquiera de que desees el cambio de género esta cometiendo una discriminación que puede tener represalias legales.
¿Y sabes qué ocurre si se detecta fraude de ley? (Por ejemplo que un militar se haga mujer para copar puestos para mujeres)
NADA.
¿Y a qué consecuencias se pueden enfrentar aquellos casos en los que un cambio de sexo haya sido fraudulento?
La ley 4/2023 no regula nada. La ley no prevé ningún tipo de consecuencia ante los fraudes. Otra cosa muy grave es que, ante la denegación, la persona solicitante, la persona fraudulenta, puede ir a otro registro civil a solicitar el cambio.
Por ejemplo, la persona acude a mi partido judicial, al registro civil y se lo deniego. Esa persona puede ir al Registro Civil de al lado o de otro sitio de España y volver a solicitarlo. Y a esto hay que añadirle lo comentado antes, que no quedan claros los criterios para aceptar, denegar o perseguir un fraude de ley.
Por lo tanto, otro compañero encargado del Registro Civil, perfectamente dentro de los límites legales, puede autorizar ese cambio de sexo.
Si abrirle las puertas a miles de caraduras con una ley desarrollada así, con consecuencias cero para quien lo haga, te parece para estar mesurado, te lo respeto, pero a mí me hierve la sangre que, para ir de progres y de intentar solucionar un problema real de tantas y tantas personas con una disociación total entre lo que dicen sus papeles y el género que sienten, se haya desarrollado y aprobado una ley tan torticera y con agujeros tan grandes que, día tras día que pasa, van saliendo casos (y los que van a llegar) de tipos aprovechándose de ello de manera impune.