En momentos como este, es oportuno recordar que nos hemos enfrentado a un equipo que compra jugadores por 120 millones de euros, tiene habitualmente en el banquillo a jugadores entre 40 y 80 millones, se permiten rechazar ofertas de 100 millones de euros por un portero y tienen al entrenador mejor pagado del mundo, por encima de Mou, Pep y otros caprichos de jeques.