Lo más difícil que ha hecho el Sevilla no es llegar y ganar una uefa en el 2006.
No.
Nadie en su sano juicio, y menos un sevillista, pensaba que esa relación con la gloria pasaría de esa temporada.
Pero la realidad es que llevamos en la élite 16 años, faltando muy poquito a Europa, ganando títulos para aburrir y siendo un fracaso el séptimo puesto.
Eso es lo que nos diferencia de otros clubes, que como decía la canina del Fontanal, son reinas por un día.
Cambiar un ciclo no es fácil, mantener el cambio está al alcance de muy pocos.
Esta gente no han vivido con esa presión de que unos cuartos de Uefa o unas semis de copa son un fracaso.
Al revés, han sido un club cómodo para el que llegaba porque la presión era mínima y vivir siendo jugador en ese equipo era un spa constante.
Pero crecer es muy jodido, cuando uno ha probado la cigala ya no quiere los palitos de merluza, y el equilibrio en el alambre económico que están haciendo es muy peligroso.
Y eso es algo que también te mantiene en la élite, porque nuestra evolución deportiva siempre ha ido de la mano de la económica, aunque eso de tradujera en dolorosas salidas.
La élite es una patata caliente que siempre estás temiendo que explote y a esta gente se le ha explotado cada vez que se han acercado.
No.
Nadie en su sano juicio, y menos un sevillista, pensaba que esa relación con la gloria pasaría de esa temporada.
Pero la realidad es que llevamos en la élite 16 años, faltando muy poquito a Europa, ganando títulos para aburrir y siendo un fracaso el séptimo puesto.
Eso es lo que nos diferencia de otros clubes, que como decía la canina del Fontanal, son reinas por un día.
Cambiar un ciclo no es fácil, mantener el cambio está al alcance de muy pocos.
Esta gente no han vivido con esa presión de que unos cuartos de Uefa o unas semis de copa son un fracaso.
Al revés, han sido un club cómodo para el que llegaba porque la presión era mínima y vivir siendo jugador en ese equipo era un spa constante.
Pero crecer es muy jodido, cuando uno ha probado la cigala ya no quiere los palitos de merluza, y el equilibrio en el alambre económico que están haciendo es muy peligroso.
Y eso es algo que también te mantiene en la élite, porque nuestra evolución deportiva siempre ha ido de la mano de la económica, aunque eso de tradujera en dolorosas salidas.
La élite es una patata caliente que siempre estás temiendo que explote y a esta gente se le ha explotado cada vez que se han acercado.