Me he limpiado el culo alguna mañana con papeles con más dignidad que esos supuestos periódicos llamados OKDiario, El País o El público.
LaRazón (indistinguible de OKDiario) y los últimos meses de El Mundo (similares a los de El País pero para el otro lado, el tirón de orejas ha debido ser general) se han ganado ir en esa lista de cabeza. Y hasta El Diario ha cogido el camino que aseguró que nunca cogería. O ABC, que sirve para envolver el pescado de los señores mayores franquistas que queden vivos.
Pero es que es aún peor si ya te vas a medios más pequeños, como la cosa ésa repulsiva y neonazi de Mediterráneo Digital, pagados por VOX para difundir bulos dirigidos. O constructos colectivos verticales cercanos a Podemos como Diagonal, dedicados dar trascendencia exclusiva y parcial a lo que Podemos apoye.
En su momento, pensaba que medios con financiación (parcial) extranjera como El Confidencial o El Huffington Post serían la clave y salvo por momentos puntuales del primero (y cada vez menos), caca de la vaca.
La Vanguardia, independientemente de colores y tendencias políticas, puede ser algo más serio y comprometido a atizar a quien deba, le convenga o no, pero sin dar para paja por ser de donde es y estar en mitad del follón en el que está metido.
En el lado positivo, ser conscientes de todo esto nos debe invitar a tener una imagen general de todo más clara.