No me he muerto y hoy cumplo 25. Abrí mi negocio en noviembre de 2017 y en este primer año no ha parado de crecer, he conseguido meter a 3 personas a trabajar conmigo y tenemos ya más de 10 mil seguidores reales en Instagram. Ha sido el año en el que más y con más he follado, honor. Me he comprado una rottweiler que con 3 meses ya se está fumando la mitad de mi sueldo. He descubierto el maravilloso mundo del psytrance y la cantidad de gente y dinero que mueve aquí y finalmente me he librado de mi ex. Y a pesar de todo lo bueno, menuda p*ta mierda de año en lo emocional. Es increíble como una persona te puede destrozar la cabeza.
Pulgarcito parriba.
Enviado desde mi SM-G570M mediante Tapatalk
El año lo empecé en lo emocional como lo acabé el 18, en la p*ta mierda y tocando fondo a niveles infames, pero desde mayo todo ha salido cuesta arriba. Mi negocio ha cumplido 2 años en los que no ha dejado de crecer y consolidarse y ya este año voy a conseguir ampliarlo, lo que espero que me reporte la estabilidad financiera que me merezco por las horas de curro que llevo echadas en este tiempo. He conseguido volver a casa después de 3 años y visitar a amigos y a la familia me ha dado la vida, a pesar de que en los 4 meses que me he tirado en Fuengirola a mi madre la han diagnosticado con lo mismo que a Caparrós, sin necesitar tratamiento de momento. Estoy contentísimo con que aunque no le puedo dedicar todo el tiempo que debería a mi perra, la tengo educada y obediente, siendo un osito de 40 kilos tela de boba y cariñosa. El psytrance definitivamente me ha conquistado y me he tirado el año yendo a estudiar decenas de raves y fiestas para planificar mi primer evento, que va a ser un festival para 400 personas en abril.
Año durísimo y de muchos golpes pero que considero muy positivo por lo que me ha enseñado y por cómo lo he afrontado todo. Para éste, la meta además de sacar adelante mi marca de festivales es seguir ganando peso, aprender a mezclar para tocar por hobby y finalmente empezar a facturar bien.