@Sawayn Yo te voy a escribir desde la barra del bar con el palillo en la boca y la barba llena de canas mojada en salmorejo, así que tómatelo como una experiencia más. Los que han estudiado esto seguro que se echan las manos a la cabeza y achacarán a ello todas las taras que tengo hoy en día, pero por si te sirve de algo.
El caso es que yo con 16 añitos (supongo que más o menos cuando naciste), con desarrollo tardío y unos kilitos de más me puse a correr en el parque con un amigo y su padre.
Este buen hombre me enseñó en el Parque Miraflores dos circuitos, uno de 4km y otro de 7km (que además tenían marcada la distancia cada 100m). Y ahí que me iba yo haciendo unos días uno (la mayoría) y otros días el otro (cuando me creía un keniano más). A eso, un tío mío, más bético que fumar por el ojo, me recomendó seguir entrenando por kms e ir tratando de bajar mi tiempo.
Así que durante meses hacía mis 4kms (el de 7km lo terminé desechando). Siempre los mismos 4km. Cada día se me pasaban un poco más rápido.
Tenía mil referencias ya tomadas, así que yo de ritmos y eso no tenía ni idea, pero siempre sabía si estaba en mis tiempos, iba en casco rojo, o ese día iba gripao.
En menos de un año terminé haciendo los 4km sin enterarme y en unos 16 minutos. Y todo eso con mi camiseta de recuerdo que me trajo mi tía de Nicaragua y unos botines Alpe que compré en la zapatería Reina de Pino Montano.
Con esto te quiero decir que si tu idea no es correr una maratón ni volverte un loco del running antes de navidades, búscate una rutina que te vaya bien, no te mates a kilómetros e intenta buscar una motivación cada vez que estés corriendo. Si desarrollas el hábito y quieres dar un paso más, ya habrá tiempo de ponerte zapatos fosforitos y calzonitas demigrantes para correr.