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Monchi ha hecho avances en la operación y su precio puede superar los 12 millones de euros que figuran como valoración en su perfil en Transfermarkt.
Pero antes debe resolver el problema con el lastre que se ha encontrado con los cedidos, que limitan mucho el margen para el tope salarial que marca la Liga.
En este sentido, el Sevilla está negociando con Roque Mesa la rescisión de su contrato, para lo que el canario, pese a tener ofertas por tres años que compensarían sobradamente la única temporada que le queda en el Sevilla, está poniendo trabas. El jugador pueda acabar en el Valladolid, con el que parece que ya ha llegado a un acuerdo, con la carta de libertad, pero no está poniendo las cosas fáciles.
En la misma situación prácticamente se encuentran Amadou, Aleix Vidal y Corchia, toda vez que Gnagnon, siguiendo al pie de la letra las palabras de Monchi la última vez que se refirió a él, tiene otra oportunidad.
Igualmente, la situación de Carlos Fernández tiene ahora mismo paradas las intenciones de Monchi para el ataque. Las dudas de En-Nesyri ante el gol han dado peso a la teoría de que el ataque necesita más nivel para competir en una temporada tan dura como la que espera al Sevilla con la Champions y con las aspiraciones que hay en la Liga. De Jong es de la máxima confianza de Lopetegui y encima ahora está encontrando el gol que antes se le negaba, pero el proyecto requiere otro goleador acreditado.
Monchi tiene el perfil y rápidamente iría a por él en cuanto tuviera margen de acción, pero las ofertas por Carlos Fernández no han cristalizado en la cantidad que espera el Sevilla. El polaco Arkadiusz Milik y el madrileño Raúl de Tomás son dos de los objetivos a por los que se lanzaría el de San Fernando en caso de tener las condiciones idóneas.