Yo no blanqueé las decisiones de Italia y Canadá. De hecho las critiqué VARIAS VECES en el mismo mensaje, precisamente porque me olía por dónde me ibas a salir. Pero pasa lo siguiente: la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero, pero la forma de transmitir esa verdad y la intencionalidad de transmitirla son tan relevantes como la verdad misma. Y el fondo de mi crítica era el siguiente: ¿Cómo puede ser que tú, que estás tan alerta ante lo que has calificado como conspiración mundial de las élites, seas tan dócil con una conspiración muchísimo más fácil de ver (porque no se esconde en absoluto)? Existe un movimiento internacional respaldado por grandes fortunas y medios de comunicación importantes que se dedica a incendiar la democracia. En España tienes a Vox, un partido de gente que al principio de la pandemia le pedía al gobierno mano dura y que estableciera la ley marcial, y que en cuanto se decretó el confinamiento acusaron al mismo gobierno de dictadura bolivariana. En Canadá, reconocidas figuras de extrema derecha están detrás del bloqueo de los camioneros (que en realidad son minoría absoluta en el conflicto, pero que sirven para darle legitimidad al movimiento al disfrazarlo de "popular").
La razón es simple: el virus se la pela, lo que quieren es DESESTABILIZAR al gobierno electo. Y detrás de eso, innumerables palmeros disfrazados de periodistas y una sofisticadísima maquinaria de posicionamiento web y bots y cuentas falsas en Twitter. Con esto en mente, que la decisión del presidente de Canadá de bloquear cuentas a los camioneros como medida disuasoria sea de dudosa moralidad (que lo es) no quita que el tipo al que le estabas poniendo tú un altavoz en la mano es un reconocido neofascista lo bastante listo como para saber escribir titulares jugosos: en vez de manifestantes violentos, los afectados en sus tweets son "la oposición al gobierno". Es un reduccionismo populista con el que se busca que gente ajena al conflicto les haga ganar voz. Entonces, insisto: ¿Cómo puede ser que tú, tan preocupado de no creer lo que dicen los medios de comunicación, de no casarte con nadie y de reivindicar tu autonomía frente al control de poderes en la sombra, te vuelvas tan SUMISO y participes gustosamente de una manipulación tan atrozmente clara?
¿Sabes lo que podrías haber hecho para comentar la noticia? Linkear directamente a la rueda de prensa de Trudeau. Lo que no tiene sentido es gritar a los cuatro vientos tu autonomía mientras te retuerces en las redes de los Peter Sweden del mundo y las manos que les dan de comer. Y además no es la primera (ni será la última vez) que citas precisamente ese tipo de cuentas, porque vaticino que son justo las que dicen cosas en Twitter que resuenan con tu indignación contra la plandemia (de nuevo, porque el virus es lo de menos: el objetivo es caldear el ambiente, apelar a las entrañas de la gente, canalizar su descontento y ver cómo empiezan los fuegos). Hay tres opciones, Herr. O eres consciente de esto y lo haces a propósito (lo que te convierte en mierda humana), o eres consciente y no le das importancia (lo que te convierte en un hipócrita) o no eres consciente, en cuyo caso lo que eres es tan ingenuo que me da hasta vergüenza.
Y por otro lado, desde tu posición tan crítica con el tema del COVID, que un cargo público aproveche la pandemia para ganar pasta y regalarle dinero a su hermano... ¿No debería servirte como arma para denunciar que todo esto es un embuste? Y sin embargo, por lo que sea, en ese barro no te quieres meter. Pues lo dicho: no sé si eres un perro muy agradecido o un tonto de capirote, pero que no estás para darle lecciones a nadie lo tengo clarísimo (desde el primer día, en realidad, pero me gusta que al menos ya te hayas quitado la careta del todo). Ahora puedes volver a llamarme progre o perrito faldero de Sánchez o lo que tu maltratado ego necesite para salir del paso sin tener que pensar demasiado en todo esto. O comunista (que eso fue la polla de gracioso, también).