El club es como esa casa pseudo abandonada que ya tiene la pintura cascarillada, que los chavales van a tirarle piedras a los cristales y que poco a poco se llena de grafittis. Hasta que entren quienes terminan de saquearla y dejarla en una infraestructura muerta y sin vida.
Planificaciones chirigotescas, lesiones random, pisquita de mala suerte, distintos departamentos abandonados y acortijados, cantera en auténtico declive, sueldos estratoféricos de amigotes, brecha social, prohibiciones y sanciones externas absurdas, prensa preparada en el pelotón de fusilamiento, colectivo arbitral cometiendo toda clase de tropelias con impunidad, cero amor propio de la directiva y máximo rival on fire.