La gente de izquierdas siempre está con el trabajador, salvo que le monten manifestaciones a su Gobierno, que entonces pasan a ser fascistas y de ultraderecha.
Pasó con los controladores aéreos, con los agricultores, los transportistas...
Vamos a diferenciar lo que son jornaleros, pequeños agricultores y empresas agrícolas.
Con los primeros se ha generado un sistema fraudulento en torno al PER que lo único que hace es mantenerlos dentro de una decadencia que van heredando de padres a hijos, en las fincas apenas se declaran la mayoría de peonadas porque eso les limita el cobro del paro. Es un problema que todo el mundo conoce pero nadie se atreve a solucionar, hay jornaleros que tienen trabajo todo el año y cobran el paro porque en seguridad social consta que trabajan 3 o 4 días al mes, el resto se cobra en negro, pero claro también hay criaturas que sólo trabajan cuando hay faenas. Si cortas por lo sano te cargas a un montón de gente, los que tienen asumido que cobran su sueldo más el paro también van a poner el grito en el cielo, el control de las peonadas es imposible y las alternativas laborales en los pueblos son ridículas. Encima ahora hay otro problema añadido que creo degradará los pueblos en el futuro, el negocio de la marihuana.
Los pequeños agricultores que en su mayoría van por módulos están puteados, tienen una burocracia enorme, ahora les quieren meter un cuaderno de campo digital que ya sería el colmo y sólo va a beneficiar a los peritos, la PAC cada día es más complicada de cuadrar para cumplir las ayudas medioambientales, las sequías los destrozan, las subidas de precios son dañinas y apenas tienen margen de beneficios. El desconocimiento les hace perder muchas ayudas y con la PAC consiguen mantenerse a flote, pero poco más.
Y luego están las familias que en su momento heredaron grandes tierras y los inversores que están entrando a punta pala en las grandes fincas. Muchas distintas sociedades creadas para no llegar a los 200.000€ de límite de la PAC por finca y agricultor, un millón de facturas falsas de productos fitosanitarios que los agricultores pequeños al ir por módulos no solicitan y los grandes las pillan para sacar dinero de sus empresas e inflar los gastos de las mismas, buenos equipos de administración que aprovechan un montón de subvenciones más que van saliendo. Un negocio con una rentabilidad baja pero muy segura si tienes muchísimas hectáreas, entre esto y que están subvencionados hasta los ojos se han hecho de oro durante estas últimas décadas, se han expandido comprando muchas más parcelas y fincas enteras, comiéndose a los más pequeños. Curiosamente estos lloran igual o incluso más que los otros y evidentemente tienen una influencia brutal en estas movilizaciones.