Por petición popular. Venimos del Post del Caso Torbe;
la primera es Carolina Abril?
Sí, es ella. Y no solo es guapa, es encantadora.
Empieza el cuéntanos más.
Ella vivió en Madrid una temporada, y durante meses en mi mismo barrio. Un día me la encontré, la saludé, y me dijo que si quería que la acompañara, que iba a pasear al perro. Por supuesto acepté, así que le pregunté por su trabajo, le dije que me encantaría que fuera la protagonista de una película que me gustaría hacer (una especie de comedia porno-gore que tengo en mente, aunque eso ya es otra historia... para la que no creo que nunca encuentre financiación en mi vida)....
En fin, ella contándome lo agotadora que había sido su jornada del día anterior (efectivamente, con toda naturalidad hablaba de mamadas y demás). Lo dicho, un encanto, una tía muy simpática y natural. Cuando volvimos del paseo yo soñaba con un erótico resultado que obviamente nunca se produjo. Al día siguiente me la volví a encontrar, aunque esta vez yo tenía prisa y no pude acompañarla. Poco después se mudó (creo que a Valencia), y ahí se acabaron nuestros encuentros.
Fin del claramente decepcionante cuéntanos más.
Que alguien le pase el arrochizador al relato de RafaPaz.
RafaPaz atiende a ABC desde su retiro en Chipiona. Acaba de llegar de la playa, pero antes de descansar se acerca a su huerto, donde tiene plantados varios tomatitos que mima con cariño. Nada más descolgar el teléfono, lleva la conversación a su terreno.
-Es increíble que hoy día pasen estas cosas. ¡Pero si está saliendo con la cantante aquella de Operación Triunfo! ¿Cómo se llama? No, no, digo el chico que juega de portero en Manchester. Sí, sí, De Gea. Sigue en Inglaterra, ¿no? Y ahora dicen que le ha denunciado Carolina Abril. Pero eso es imposible. Ella es un encanto. Yo la conozco.
-No le creo
-Sí, sí. Verá. Ella vivió en Madrid una temporada y durante meses en mi mismo barrio, cuando yo entrenaba en el Moratalaz ¿Y sabe qué? Un día me la encontré, la saludé ¡Y me dijo que si quería que la acompañara! Ufff imagínese lo nervioso que yo estaba.
-Claro, normal. ¿Y qué hizo?
-Por supuesto acepté. ¡Cómo iba a negarme! ¿Le confieso algo? Desde pequeño sigo su trabajo con máximo interés. Le pregunté por sus películas. ¡Me contestó con toda la naturalidad del mundo! Mamadas, posturas. Qué bárbaro Yo no me lo podía creer, apenas podía andar por la erección que tuve. Me comprende, ¿no? Entonces le dije que me encantaría que fuera la protagonista de una película que me gustaría hacer.
-¿Una película?
-Sí, sí ¡Como se entere mi mujer me mata! Verá, es una especie de comedia porno-gore que tengo en mente, pero no creo que pueda. La industria del porno es casi un coto privado, ¿sabe usted?
-Me lo imagino
-Además, desde que me hice un implante de pelo, mi economía no está para muchas alegrías. Recuerdo perfectamente que fue durante el primer año de Bilardo. Llegaron los entrenamientos de pretemporada y yo, con el dolor, nunca le daba de cabeza al balón. Hubo algún momento en que tuve que parar la pelota con la mano. No le daba con la cabeza ni loco.¡Es que me dolía! Pichón me miraba extrañado. ¿Sigue por allí? Dele recuerdos. Entonces Bilardo paró el entrenamiento. ¿Qué le pasa a usted en la cabeza?, me preguntó. Se lo expliqué y usted tenía que ver la cara que puso Luego empezó a gritar: ¡No me lo puedo creer! Esto es lo último que me quedaba por ver en el fútbol. ¡Qué bárbaro!. La plantilla se meaba de risa.
-Y al final, ¿qué pasó con la chica?
-¡Nada! Eso fue lo peor de todo. Llegué a casa y me di una ducha de agua fría. Usted habría hecho lo mismo ¿no? (se ríe a carcajadas) Poco después se mudó a Valencia y ahí se acabaron nuestros encuentros. Hágame un favor, ¿quiere?
-Claro.
-Salúdeme a la afición del Sevilla de mi parte. Dígale que es la mejor del mundo. ¿Lo hará?