A mí es que el alcohol es la droga que peor me sienta y con la que menos tengo autocontrol, al
@bombonera_de_nervion lo tengo de testigo con la tralla que le di en el Gol Norte el día del Shaktar, que me desperté de madrugada en un banco de la plaza del Cristo del Burgos volviendo pa Campana pensando que habíamos ganado 2-1. Experiencias asquerosas con el alcohol tengo mil de depertarme en un descampao, en la calle, en un bosque o teletransportado a una cama y tener que abrir el Google Maps para saber dónde cojones estoy, y todo eso viviendo donde vivo. De dormirme en pelotas debajo de la ducha abierta en la casa de una amiga de mi vieja o hacer lo mismo el segundo día que me liaba con una jipa, de caerme en un foso y abrirme el pecho y la rodilla, de
perder los tenis en una fiesta y meterme 8km de pateo descalzo hasta casa y así un largo etcétera. Resacas físicas habré tenido cinco como mucho pero resacas morales como las llaman aquí, decenas.
Hoy en día me emborracho tres o cuatro veces al año cuando de los 19 a los 21 eran tres o cuatro a la semana y fui dejando el alcohol a medida que fui descubriendo la hierba. Ya con las drogas que he probado y me gustan (hierba, mdma y análogos, lsd y enteógenos) he tenido sólo dos expieriencias malas con las sintéticas y dos con la hierba por haberla fumado con tabaco, y a mis casi 30 tacos sigo sin haberle dado una calada a un cigarro en mi vida y sin haber probado la farlopa, que me parece auténtica basura. Tanto la droga cuanto el concepto de la reducción del daño los tenía bien claros antes ni siquiera de imaginar que la consumiría algún día, por lo que casi siempre he solido ser un aútentico sibarita a la hora de tomarla (que las sintéticas son cinco o seis veces al año como mucho), empezando por testearla con los típicos reactivos de Marquis, Scott y demás, alimentándome bien antes, durante y después, entendiendo bien los dosajes, tiempos y redosajes, las interacciones con otras sustancias, etc.
El efecto físico va a variar de cómo estés/seas físicamente al tomarla y de lo que vayas a hacer bajo sus efectos. No es lo mismo comerte media pastilla con una parienta o rollete pa tiraros 5 horas follando como alimañas o para echar el día al aire libre con los chavales en una playa, el monte o lo que sea, que hacerlo para tirarte 5/10/15 o 20 horas abrazado al subwoofer en una rave o festival. A mí personalmente, las sintéticas no me afectan mental, física y emocionalmente ni el 10% de lo mal lo que lo hace el alcohol, pero porque las consumo de una forma ultra metódica y friki, y a las enteógenas como la hierba o las pscilocibinas varias directamente ni las cuento.
Las sustancias legales o ilegales son herramientas que pueden y deben ser usadas a nuestro favor de una forma racional. Pero como toda herramienta, sobre todo unas que pueden ser peligrosas, estas tienen que venir con sus debidas instrucciones, manuales de uso y cursillos. En los colegios e institutos se debería enseñar sobre la reducción del daño porque un grandísimo porcentaje de las drogodependencias, abusos, y sobredosis son fruto de la falta de conocimiento e ignorancia, que a su vez son frutos del prohibicionismo. Y otro porcentaje considerable se debe a la falta de salud mental y a la falta de diagnósticos en los chavales de potenciales transtornos tendentes al vicio. Si a mí me hubieran diagnosticado el deficit de atención y me hubieran mandado la lisdexanfetamina para regularlo cuando tenía 15 años y no a los 28, seguramente habría sido un chaval muchísimo más equilibrado que lo mismo no hubiera hecho tanto el cafre en el instituto, no se me habría machado tanto por ser vago y desorganizado, no me habría enganchado al alcohol, etc, con las consecuencias que todas esas vivencias trajeron a mi vida después.
Por suerte cada día van saliendo más estudios y terapias experimentales que demuestran los beneficios de las sustancias mencionadas para casos de adicciones, depresiones, TOC, TEPT y demás problemas de mierda de esta sociedad enferma.
Vaya tochaco infumable. En fin, eme y psytrance per tutti: