hace 5 horas, RoZMaN dijo:
Mis primeros recuerdos futboleros, Sevilla aparte, comienzan con una imagen mía sentado sobre mi culo quemando dos cintas vhs, una era un documental llamado "Maradona: Hero" y el otro un recopilatorio de mundiales que alguien ha conservado, convertido y subido a youtube y que recomiendo ver, siendo Maradona la estrella de la parte final, que corresponde al Mundial 86, donde fue un jugador superlativo. Lo dejo al final del post.
Curiosamente, a pesar de fliparlo con él, con sus malabarismos, con ser capaz de upgradear a los compañeros que tuviese al lado siempre (Si la Argentina del 86 con Valdano, Pumpido etc era de bajo nivel, la de Italia 90 era directamente vergonzosa, a pesar de Caniggia), con lo poco que nos llegaba en la era pre-internet de la que estaba liando en Nápoles y demás. A mí no me hizo especial ilusión la llegada de Maradona al Sevilla. A pesar de tener corta edad no se porque, estaba plenamente convencido que los mejores años de Maradona habían volado ya para no volver, que si en aquella época los 32 años con los que vino ya era una edad más que apurada, únele que era de todos conocido que había renunciado a llevar una vida de deportista y que llevaba más de quince años recibiendo en sus artículaciones castigos inhumanos, de los que nunca se quejó, por cierto.
Todo tenía pinta de salir mal, y salió mal. Al principio del culebrón la posibilidad de ficharlo me resultaba indiferente, incluso creía que el Sevilla de la Expo`92 debía tener -puestos a gastarnos una millonada- como abanderado a un joven talento como los emergentes Dennis Bergkamp o Brian Laudrup. Ciertamente, estaba en un enorme error pues estos habrían dado mejor rendimiento pero jamás, jamás, jamás hubieran dado la repercusión y el alcance mediático que dio Maradona. Cuando apareció Lopera por medio y aseguró que nos iba a birlar a Maradona (ni el mismo se creía que iba a llegar siquiera a ofertar por él, pero ya sabemos como al bueno de Don Manué le gustaba mucho hacernos de enrabiá) ya sí quise que se hiciera la operación, no quería a Maradona en el Sevilla pero menos lo quería en el Betis. Nain, nain. Que venga, aunque todo lo que le rodee sea un circo, como el que ha rodeado su vida. Acabé bastante hastiado de todo, Franchi, Dorna, el jugador haciendose fotos con las niñas en el hotel, la Fifa por medio, Cuervas... fue excesivo, y cada día cambiante. Detecto en el foro que cuando se hizo por fin la operación la mayoría del personal se ilusionó, en mi entorno y la zona de la grada donde me sentaba el ambiente era más bien de escepticismo, como de que se había montado una muy gorda para lo que iba a resultar. Tengo grabado a fuego en la retina a una presentadora de A3 que le pregunta a un aficionado, al acabar el partido de presentación de el Diego, si el Sevilla iba a ir a por la Liga ahora, y este señor, lúcido él, dijo que ni se le había pasado por la cabeza, que a ver si este año tocaba uefa y gracias.
Su estancia aquí pues ya vemos para lo que dio, para que Sevilla y el Sevilla estuviera en el foco mediatico futbolistico desde entonces y para que hoy en dia podamos decir que lo hemos tenido con nosotros. Quitando eso, para mí personalmente ver a uno de tus idolos de futbol internacional tan fuera de sus facultades fue un dolor. Gordo llegó, se puso en forma dos o tres meses y gordo se fue. Los chispazos que dio sobre el campo no compensaron los escándalos que montó. Era amargo masticar día a día la decadencia de una estrella que ya demostraba además problemas de desequilibrio psicológico. Bilardo lo intentó aislar lo máximo posible de todos los peligros pero la vocación autodestructiva de Maradona siempre ha sido más fuerte que cualquier cosa y pudo hasta con la relación padre-hijo que tenían. Al final hubo hasta que hacerle chantaje con enseñar unas cintas de video para que se fuese sin cobrar su contrato íntegro. El club no pudo hacer otra cosa. Era una bomba de relojería tener a un jugador en plantilla que te podía dar positivo en un control antidoping en cualquier momento, ser suspendido con el agravante de reincidencia y encima tener que pagarle su contrato. Podría haber sido la ruina, más aún que la que fue.
Como persona Maradona no es de mi agrado, pero como los muertos son los muertos pues tampoco haría mucho enfasis en eso. Animo a que os hagais con su biografía "Yo soy El Diego" y comprobeis como vive completamente en la auto-justificación de sus actos y se miente a sí mismo a base de culpar a los demás de fallos que son exlusivamente suyos. Sus ultimos quince años deberían ser borrados del consciente colectivo porque su cabeza estaba ya completamente destruida y se merece, al menos, la aplicación de algún atenuante. También ha sido un juguete roto, objeto de muchisimos intereses. Victima de falsas amistades, vividores y todo tipo de parásitos. Incluso ha sido víctima de la patológica psique de la nación Argentina, necesitada siempre de glorificar salvadores de la patria, ora Peron y los siguientes justicialistas que vinieron, después el Mesias Maradona contra los ingleses, la consecuente frustración de no poder cederle ese testigo a Messi porque no ha dado su mejor servicio con la patria...
A pesar de todo, el cabrón era carismático, como todos esos genios y artistas a los que hemos idolatrado en la música, literatura, cine o cualquier tipo de arte, que tan pronto te componen una obra de arte como cagan mierda en un cubo y la usan para untar las tostadas. Anárquicos, irreverentes, a veces soberbios a veces extremadamente humanos. Ahora ya no hay de eso, ahora nuestros ídolos son pechofríos, no hablan ellos sino las medidas palabras que les ponen en su boca sus asesores o representantes, comedidos y equlibrados. Nunca nos enteraremos si gustan de tener sesiones de sexo con cerdos vietnamitas, con Maradona no, a él lo hemos visto borracho, drogado, insultando, disparando a periodistas, agrediendo a una mujer, nos enteramos de todas sus miserias al igual que sus grandezas. Con su muerte se va cerrando poco a poco la época que hemos conocido donde el legado del artista se va a sobreponer a la persona, los nuevos modos morales de juzgar a nivel global va a despojar de todo merito al artista que no haya sido capaz de ocultar sus miserias y parecer un ciudadano modelo. Maradona va a ser a uno de esos últimos a quien respeten, como se ha respetado a otros genios desequilibrados como Picasso o Einstein, o se respetará a Joaquin Sabina o Loquillo por parte de la nueva izquierda supremacista, que aún blanquea a los de su cuerda a pesar de ser reconocidos puteros, maltratadores o machistas.
Quizás esa pureza de Maradona nos resulte atractiva y nos haga profesarle una exacerbada admiración en algunos y más tenue en otros, porque nos reconcilie con la verdadera naturaleza humana y no tanta fachada de cartón y prefabricada. Es imposible determinar objetivamente si Maradona es mejor que Messi, pero sí que parece bastante claro que al primero le va a llorar más gente.
Descanse en paz tanto Maradona como el que se lea esto entero.